Opinión
Josito Di Palma y un premio al sacrificio
El de Arrecifes se consagró campeón del Top Race y deja una huella en el automovilismo deportivo
Josito Di Palma merecía un campeonato argentino. El piloto de Arrecifes la viene luchando desde que comenzó en la actividad y el camino que recorrió hasta acá siempre fue cuesta arriba. Para Josito nada fue fácil en su carrera. La luchó siempre en cada una de las categorías en las que participó.
Con sus defectos y con sus virtudes el arrecifeño supo ganarse un espacio dentro del automovilismo deportivo. Se preparó, se esmeró, se endeudó, se sacrificó en más de una oportunidad, e hizo malabares para poder sostenerse en una actividad que no es para nada fácil. Solo el sabe todo lo que debió pasar para llegar a este momento.
Lo económico nunca lo acompaño y eso lo privó de conseguir mayores logros. Siempre se la arregló con poco para poder meterse y dar pelea a sus rivales en cada carrera. Mereció en su momento un especio en el TC 2000, como piloto oficial, y mereció mucho más en el Turismo Carretera.
Su presencia, mezclada entre los nombres que pelean en lo más alto, siempre fue a base de lucharla, de no entregarse y de ir siempre para adelante.
Desde que llegó al Top Race se convirtió en un protagonista clave y sabía que tenía la obligación de luchar por el título en cada torneo. Por diferentes motivos no se le dio hasta que este 2023 fue muy aprovechado.
Josito Di Palma se consagró campeón y hasta sus rivales se pusieron contentos. Por trabajo y dedicación consiguió el objetivo mayor y lo festejó a lo grande. Fue un premio al sacrificio.