Opinión
TC2000 Series
Un futuro grande como su historia
La idea de que el TC2000 fuera un paso intermedio entre las categorías de fórmula y el paso previo antes de llegar al Súper TC2000 parecía un certificado de defunción de la histórica categoría argentina. Hoy, tres años después, se ve como una decisión por demás acertada.
El TC2000 creció de manera exponencial en estos años. Primero como telonera sin demasiada visibilidad, luego desprendiéndose del “circo” del Súper TC2000 haciendo sus primeros pasos como categoría estelar del fin de semana, en 2014 brindando grandes espectáculos y con una definición vibrante en la última fecha.
Y el horizonte pinta mejor aún. Un parque de 27 autos, los mismos equipos del SúperTC2000 tomando como inferiores a los pibes que salen de categorías menores, nuevos valores atreviéndose a los autos con techo casi sin experiencia sobre ellos, pero demostrando como en el caso de Diego Ciantini y Martín Moggia que están para cosas más importantes, demuestran que la categoría ya tiene peso propio.
Y no solo eso, porque en tres fechas y seis finales hubo seis ganadores distintos, uno de ellos debutante como Junior Calamari, el puntero del campeonato nunca ganó y quien va segundo tampoco, pero subió al podio dos veces.
Es también la plataforma ideal para el lanzamiento y proyección al automovilismo grande de los "nuevos ingenieros" que trabajan con las mismas herramientas, que lo hacen quienes desarrollan los vehículos de Súper TC2000, sobre las mismas marcas y modelos, con el mismo reglamento técnico y visitando casi las mismas pistas, lo que le brindará un mayor hándicap en el futuro para cuando les toque dar el salto a una categoría mayor por sobre los que no pasaron por esta escuela.
Con el nuevo sistema de dos carreras y grilla invertida se mejoraron los espectáculos. Es cierto que abundan las especulaciones en la primera competencia pensando en largar en los primeros puestos en la segunda, pero acaso eso le agrega pimienta también lejos del pelotón de punta. Otros, en cambio, prefieren ser regulares y sumar, quizá amparados en la trayectoria del último campeón Facundo Della Motta, que no fue el más ganador del 2014 pero si el que más sumó. ¿Acaso no es esa la condición para ser campeón?
Lo real, lo concreto, es que el TC2000 de estos “aspirantes a ídolo” tiene un enorme futuro, cada vez más pilotos, mejores carreras, sobrepasos, toques, disputas, marcas, equipos, y goza de muy buena salud.
