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Auspiciado por
Delage vuelve tras 60 años de ausencia
Delage fue un fabricante francés de autos con gran reputación en competición que cerró sus puertas hace 60 años.
Luego de estar ausente por seis décadas la firma francesa vuelve con un vehículo de estética y prestaciones sobredimensionadas.
La compañía fundada por Louis Delâge en 1905 logró grandes triunfos en competición durante las primeras décadas del siglo pasado, incluida una victoria absoluta en las "500 millas de Indianápolis" de 1914.
También tuvo cierto reconocimiento como fabricante de lujo hasta su cierre en el año 1953.
Ahora la marca reaparece en el mercado con el "Club de Amigos de Delage".
El D12 GT , nomenclatura heredada de los D6 y D8, buques insignia de la firma, es un vehículo con aspiraciones de hypercar.
Las dimensiones son 4,73 metros de largo, 2,08 metros de ancho y tan solo 1,10 metros de alto.
Estéticamente, lo más llamativo es la ausencia de puertas, compensada por una cubierta de vidrio que se despliega como si fuera un avión caza.
Este vidrio se extiende hasta la trompa, lo que deja ver la suspensión delantera.
Las llantas, por su parte, se fabrican enteramente de fibra de carbono con un diseño en hélice.
El prototipo de exhibición cuenta con el mismo tono azul que el del D15 S8 que ganó el Campeonato del Mundo de Fabricantes de 1927, predecesor del actual Campeonato del Mundo de Fórmula 1.
Cuenta con un monocasco como los Fórmula 1 para la protección de los ocupantes, aunque lo más llamativo, sin duda, será el volante, con un aspecto que mezcla los de un jet de combate y el de los F1.
El motor será un V12 de fabricación artesanal que se ubicará tras el habitáculo capaz de erogar 900 hp.
A ello irá unido un sistema eléctrico con 330 caballos adicionales para una potencia combinada de 1.230 hp, lo que lo convierte en un híbrido de prestaciones extravagantes.
En principio se fabricarán 30 unidades y los clientes, además, podrán conocer los detalles de su auto de la mano del ex–piloto de Fórmula 1 y campeón del mundo en 1997, Jacques Villeneuve.
Antes de todo ello, la firma espera tener un prototipo plenamente funcional para comienzos de 2021, con el que intentará dar la vuelta rápida en el "Infierno Verde" de Nürburgring para autos de calle.
El auto se le entregará a sus clientes recién en 2022 y se calcula que esta "Bestia eléctrica" rondará los dos millones de euros.
