El empuje de la industria automotriz en la misión Apolo 11

Apolo 11

La gran industria americana del automóvil se involucró en el proyecto y aquellos experimentos han tenido resultados en los autos de hoy.

por Andrés Perco

20/07/2019

El empuje de la industria automotriz en la misión Apolo 11

A 50 años de la llegada del Hombre a la Luna, determinar los responsables de la hazaña uno por uno es tarea imposible. Un técnico de la NASA a quien se le hizo esa pregunta respondió textualmente: " Imposible. No conozco los nombres de todos los descendientes directos de Adan y Eva".

Hoy, se sabe que más de 4500 técnicos desde mucho antes de que el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtiera en la primera persona en viajar al espacio cuando orbitó en torno a la Tierra en una nave espacial Vostok el 12 de abril de 1961. Miles y miles han respaldado la empresa del Apolo 11. Pensar que todos surgieron de la nada para especializarse en astronáutica es un error. Las grandes empresas industriales aportaron su experiencia y sus trabajos de laboratorio en la imagen, estudios y análisis de sus técnicos.

La gran industria automotriz americana, no podía estar ausente. General Motors, Ford, American Motors, Chrysler y otras colaboraron eficientemente. La primera desarrolló en forma paralela al programa espacial, un vasto estudio destinado a perfeccionar las células solares, similares a las utilizadas en los exploradores del espacio como el Scorer, Courrier y el Echo, o en las sondas astrales, como el Mariner.

También General Motors por medio de su división AC Electrónica, desarrolló un sistema de navegación por inercia que se aplicó también en los grandes jets de pasajeros.

El jeep lunar fue desarrollado por la GM y el módulo lunar y el módulo de mando fueron realizado por empresas distintas. O sea que estamos hablando de un conjunto de empresas que tuvieron que juntar sus esfuerzos y ponerse de acuerdo para que todo pueda engranar como el mecanismo de un reloj en función del objetivo mayor.

TECNOLOGÍA AUTOMOTRIZ ELÉCTRICA

Si recordamos uno de los momentos más memorables de la historia contemporánea, el viaje a la luna es uno de ellos. En ese entonces, General Motors, entre otras empresas, ya estaban desarrollando tecnología automotriz eléctrica. Tecnología que hoy por hoy es cada vez más común, y que, en su momento, fue muy especializada.

Fue en las misiones posteriores, Apolo 15, 16 y 17 cuando el vehículo todoterreno Lunar Roving Vehicle se hizo presente. La función de este rover lunar fue servir como un vehículo de desplazamiento para los astronautas. Para su construcción, ingenieros de General Motors intervinieron, junto con otras empresas, entre ellas, Boeing.

El primer rover lunar eléctrico apoyó en la expedición de Apolo 15 en julio de 1971. Su diseño revolucionó el sistema de motor eléctrico, la suspensión, las llantas de malla metálica y un control único de manejo que se adaptaba a la superficie lunar.

Ferenc Pavlics, Jefe de Ingeniería del proyecto, recordó: “cuando nuestro equipo comenzó a trabajar para el Rover lunar, había muchos factores desconocidos, incluyendo el terreno variado, las temperaturas extremas y el efecto de la gravedad reducida. […] Cruzamos las fronteras de la tecnología automotriz y trabajamos mano a mano con astronautas para el diseño del vehículo”.

Quién iba a creer que 50 años después, los vehículos eléctricos iban a llegar al mercado de forma masiva. Con un costo de $ 38 millones de dólares del rover lunar, ahora esta tecnología está al alcance del cliente. Y, con el paso de los años, es cada vez más accesible.

Hoy por hoy, General Motors le imprime esta tecnología a su Chevrolet Bolt EV (entre otros modelos). Este eléctrico ofrece un rango estimado de 383 km con una sola carga. Su motor eléctrico es capaz de generar 200 caballos de fuerza y 265 lb-pie de torque, impulsado por una batería de ion-litio de (60 kWh) de última generación.

CHRYSLER Y BENDIX

Las empresas automovilísticas norteamericanas también colaboraron con el mayor logro técnico-científico que el hombre haya alcanzado en toda su historia. En mas, los departamentos experimentales agregaron un nuevo rubro a sus tareas: abocarse en el desarrollo de vehículos capaces de transportar al hombre en el suelo selenita.

Técnicos de Chrysler Corporation tuvieron a su cargo la incorporación de los tambores de 70"en que se almacena el propelente. Se trata de a primera etapa de un cohete impulsor, similar al que llevó a los astronautas a la Luna.

La Compañía Bendix norteamericana diseñó uno de los sismógrafos lunares que estuvo en funciones, es capaz de registrar la caída de un minúsculo meteorito a centenares de metros de distancia, como se ve , no sólo frenos...