Fórmula 1
F-1 CON TURBANTE
Qatar Sports Investment (QSI), un formidable grupo de inversión que hace reproducir los dólares del emirato, y que es propietario del París Saint Germain, el club de fútbol más exitoso del momento en Francia y en el que juegan tanto Pastore como su compañero de selección Ezequiel Lavezzi, está interesado en adquirir los derechos comerciales de la Fórmula 1, actualmente propiedad del consorcio CVC Partners, para quienes el manager inglés gestiona la máxima categoría.
Se habla de una cifra de entre 7.000 y 8.000 millones de dólares por todo el paquete y se presume que, aunque haya un cambio de dueño, Ecclestone seguirá en su cargo. En la actualidad, el ex propietario de la escudería Brabham posee un 5 por ciento de esos derechos. La posible operación fue revelada por el Financial Times londinense.
La controversia en la que está sometida el Mundial 2022 de fútbol en Qatar podría acelerar los plazos de la compra.
Los qataríes no efectuarían la inversión en soledad, sino asociados al empresario estadounidense Stephen Ross, dueño del equipo de fútbol americano Miami Dolphins, quien habría interesado a QSI en la operación. Tampoco sería ajeno a ella el grupo alemán de medios Constantin. Sucede en momentos en que una marca del mismo origen domina la F-1 pero en ausencia de un Grand Prix en Alemania por motivos económicos.
Qatar busca contar con un Grand Prix desde hace tiempo, para seguir la tendencia inaugurada por Bahrein y continuada por Abu Dhabi. Ecclestone avanza en un acuerdo con el titular de la Autoridad Deportiva (la QMMF) de ese país, Nasser bin Khalifa al-Attiyah, que es vicepresidente de la FIA en asuntos deportivos para Medio Oriente desde fines de 2013 y es el hermano mayor de Nasser Al-Attiyah, el príncipe qatarí ampliamente conocido por los argentinos y ganador de dos ediciones del Dakar sudamericano.
Qatar hospeda en su circuito de Losail la prueba de apertura del Mundial de MotoGP y celebrará la fecha de cierre del torneo 2015 del Mundial de Autos de Turismo (WTCC).
La posesión de CVC Partners nunca favoreció a la Fórmula 1 como sí lo hizo con los inversionistas. En una década, obtuvieron beneficios por valor de 5.000 millones de dólares, luego de haber efectuado una inversión inicial de 1.500 millones, realizada en gran medida con créditos que fueron pagándose con los dividendos de a categoría.
En el mismo lapso, una serie de equipos desaparecieron de la competencia y otros están comprometidos financieramente. “CVC es lo peor que le pasó a la Fórmula 1 en toda su historia” aseguró recientemente el director deportivo de Force India, Bob Fernley. “Los ingenieros hacen las reglas pero me dan un producto de m… para vender” se quejó Ecclestone el pasado fin de semana en Austria, aunque luego se desdijo. “Los ganadores nunca se quejan. Son los perdedores los que lo hacen”.