Argentinos en el exterior
“Fue un golpe de 28 G”
No fue el debut soñado, pero también son cartas que están en el mazo de este deporte. Transcurrían las últimas 2 horas y media de las 6 Horas de Silverstone, por la primera fecha del WEC (Mundial de Resistencia). José María López manejaba su primer turno oficial en carrera, en condiciones poco ideales del auto y de la pista. Las imágenes fueron escalofriantes cuando el Toyota TS050 Hybrid número 7 salió del asfalto como una flecha contra las barreras de contención. Enseguida llegó la tranquilidad al ver en la cámara a bordo de la transmisión oficial, cómo “Pechito” hablaba por radio con su equipo desde el habitáculo del maltrecho prototipo. Generó orgullo ver a ese talentoso cordobés que nunca se rinde llevando lo que quedaba del tecnológico auto japonés de nuevo por la pista hacia los boxes. Y nuevamente invadió la preocupación cuando se subía a la ambulancia para ser trasladado a una clínica.
Dos días después del accidente, el representante argentino habló con carburando.com para contar cómo se siente físicamente, cómo vivió su momento más difícil en una pista y cómo serán los pasos a seguir…
-¿Cómo estás?
-Descansando y esperando el resultado de algunos estudios, en especial por las vértebras de la parte baja de la espalda que son las que más sufrieron. Así que no puedo manejar y tengo que hacer reposo. Desde ya, no es nada grave pero el golpe fue de 28 G, no fue menor, y ahora hay que ir de a poquito para llegar entero a la próxima fecha en Spa Francorchamps.
-¿Cómo fueron los primeros momentos del accidente?
-Tuve un dolor muy fuerte instantáneamente en el golpe y me duró bastante tiempo. Siempre estuve consciente y me acuerdo de todo. Pero la alarma médica del auto se activa cuando supera los 18 G en un impacto. Por eso me llevaron a la clínica para hacerme chequeos.
-¿A qué velocidad impactaste?
-No sabemos la velocidad porque se bloquearon las gomas, pero sí que provocó una desaceleración de 28 G. Esa curva, la Copse, se hace a 250 km/h casi a fondo. Apenas se levanta para doblar.
-¿Por qué te despistaste?
-Fueron un conjunto de cosas. La barra antirrolido trasera estaba rota y el auto estaba medio flojo a la hora de ingresar a las curvas. Para que no fuera tanto de trompa, el equipo hizo modificaciones que disminuyeron la carga aerodinámica. A su vez yo estaba con gomas lisas y justo se largó a lloviznar, y además pisé la línea blanca antes de encarar la curva. Se juntó todo.
-¿Cómo fueron los primeros controles médicos?
-Me llevaron al hospital de Silverstone para ver que estuvieran todos los órganos bien. Porque las consecuencias en las desaceleraciones bruscas a veces son severas, incluso a partir de los 60G entra en riesgo la vida del piloto. Por eso, tienen que investigar que no haya hemorragias. Cuando ese paso se cumplió y se verificó que estaba todo bien, yo seguía con dolores lumbares y ahí me llevaron al hospital de Oxford para hacerme radiografías y otros estudios de precisión. Se chequeó que no había lesiones, el médico me dio analgésicos para los dolores y me dio el alta y reposo para toda la semana.
-¿Cómo sigue todo ahora?
-Toyota tiene su médico personal, que me acompañó a todos lados. El se llevó las imágenes de los estudios para revisarlas a fondo en su casa de Marsella y quedamos en que hoy hablábamos. Me llamó esta mañana, me dijo que no hay nada roto, y que mañana me tengo que hacer una resonancia magnética para ver cómo seguimos con la recuperación y estar al 100 por ciento para la carrera de Spa. Realmente ese es mi objetivo, para llegar con más kilómetros encima a las 24 Horas de Le Mans.