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IndyCar: el duro relato de Ray Robb tras el accidente en Iowa: "Me desmayé durante no sé cuánto tiempo"
Sting Ray Robb dio detalles del fortísimo accidente que sufrió sobre el final de la carrera de domingo de IndyCar en el óvalo de Iowa.
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La competencia del domingo de IndyCar en Iowa estaba llegando a su fin cuando un fortísimo accidente asustó a todos. Uno de los protagonistas fue Sting Ray Robb, quien su auto voló por los aires con un tiempo de suspensión prolongado antes de dar dos vueltas y media de campana mientras volvía al suelo, patinando por la recta de atrás sobre el lado derecho y parte del parabrisas antes de detenerse en la curva 3. El piloto contó que se desmayó una vez que lo sacaron del vehículo.
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Al salir de la segunda curva en la última vuelta, el piloto de 22 años imactó contra la parte trasera izquierda del Chevrolet Arrow McLaren Nº 7 de Alexander Rossi. El contacto hizo que el auto de Robb volara por los aires con un tiempo de suspensión prolongado antes de dar dos vueltas y media de campana mientras volvía al suelo, patinando por la recta de atrás sobre el lado derecho y parte del parabrisas antes de parar en la tercera variante. El incidente desencadenó un accidente múltiple que también tuvo como protagonistas a Kyle Kirkwood y Ed Carpenter, que hicieron un trompo tratando de evitar el coche de Robb.
Después de que el equipo de seguridad la IndyCar de vuelta el auto de Robb y lo ayudara a salir, fue trasladado por aire a un hospital cercano, pero se dio a conocer de que estaba "despierto, alerta y de buen humor" y fue dado de alta unas horas más tarde.
En una rueda de prensa el martes, Robb contó cómo vivió toda la situación: "Durante nuestra primera parada en boxes, sólo teníamos medio depósito en el coche. Íbamos justos de combustible. Estaba ahorrando mucho combustible para el último stint. El problema era que estaba retrasando a un gran grupo detrás de mí porque estábamos luchando para intentar ahorrar tantas gotas de combustible como pudiéramos. Estaba luchando con Ed. Teníamos una buena batalla".
"Apretando en las últimas vueltas, pude ver que Rossi estaba ralentizando. No sabía hasta qué punto. Miré hacia arriba al entrar en la curva uno para ver dónde estaba. Creo que era alrededor de tres cuartas partes del camino a través de la curva, pude ver el ritmo de acercamiento. Era muy, muy grande. Fue tan enorme", continuó.
Y agregó: "Es como el peor de los casos, cuando sales de una curva a esa velocidad, con esa velocidad de acercamiento, sin saber lo que otros pilotos están pensando o experimentando. Ojalá hubiera podido pulsar un botón de reinicio como en un simulador, empezar de nuevo. Estoy seguro de que él estaría pensando lo mismo. Hubo cuatro coches que quedaron prácticamente destrozados en ese accidente. El hecho de que estemos todos sanos y salvos y listos para Toronto es bastante impresionante".
El golpe que sufrió Robb fue de 109G, pero de manera asombrosa ya mostró diferentes progresos médicos como para que le hayan dado el visto bueno para volver a ponerse al volante en la fecha de este fin de semana en el circuito urbano de 1,786 millas y 11 curvas de Canadá.
Sin embargo, un golpe de tal magnitud no se produce sin importantes dolores. Una vez que el coche frenó, se hizo una "autoevaluación rápida": "Me quedé sin aliento. Los cinturones hicieron su trabajo. Todo funcionó como debía. No tuve ningún corte ni nada anormal. Tuve algunos moretones en las caderas por el funcionamiento de los cinturones de cadera, como debía ser. Cuando me sacaron del coche, me mareé, como si me levantara de la cama demasiado rápido por la mañana, que a veces te mareas, ves un poco las estrellas. Fue así, pero muy fuerte".
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Y entonces, en ese momento, el piloto perdió el conocimiento: "Me desmayé durante no sé cuánto tiempo. Fue bastante rápido. Cuando volví en mí, me dije: 'No estoy muy bien. Inmediatamente me tumbaron en la camilla. Fue una precaución que queremos asegurarnos de que no es sólo la deshidratación, girando 248 vueltas a la izquierda, mareado por eso. Una vez que estaba abajo en la camilla, me sentí muy bien. Estaba viendo claramente. Me conectaron a una vía intravenosa. Inmediatamente sentí que recuperaba la energía y estaba listo para seguir".
Y agregó: "El Life Flight (traslado en helicóptero) fue para hacerme un TAC y asegurarme de que todo estaba bien y no era sólo la adrenalina del momento, que no me dolía".