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La herencia que dejó la reina Isabel II para William
Tras su fallecimiento el año pasado, la reina Isabel II dejó un legado tanto al nuevo rey Carlos III como a su nieto, el príncipe William.
Luego de que la reina Isabel II falleciera, el reciente coronado rey Carlos III y su hijo, el príncipe William, heredaron los bienes que estaban a nombre de la exreina de Inglaterra y demás poderes.
Además de la ascensión al trono, el rey Carlos III sucedió el ducado de Cornualles a su hijo mayor, William. Este último, de esta manera, agrandó su patrimonio que ahora cuenta con el título de Duque de Cornualles junto a una cartera de inversiones y tierras -por un total de 540,9 km2, que fue creado en 1337. Así fue como William se convirtió, junto al Duque de Lancaster, en uno de los dos ducados reales de Inglaterra. Aunque, este último ducado fue también una herencia por parte de la reina Isabel II.
A modo de referencia, un “ducado” consiste en tierras de cultivo, bosques, parques, propiedades e islas. Sumado a la propiedad, valuada en más de 1.000 millones de dólares, ésta le otorga al monarca británico la suma de ganancia anual que se eleva hasta 24 millones de dolares.
