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Porsche es el máximo ganador en la historia de las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, paradójicamente, hace casi 20 años que no consigue un triunfo en el clásico francés
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Si sitial está amenazado por una marca del mismo grupo. Permaneció ausente durante mucho tiempo, porque el dinero que financiaba la competición fue invertido con fines industriales que transformaron a la compañía en una de las más poderosas de Europa. Pero ahora, un año después de su retorno, Porsche está listo para volver a su hábitat: el escalón más alto del podio en Le Mans.

La casa de Stuttgart consiguió 16 victorias en menos de 30 años, entre 1970 y 1998. Tomó el manto de Ferrari, que logró su último triunfo en 1965 –hace exactamente medio siglo- pero cuyas nueve victorias no fueron batidas sino hasta veinte años más tarde, en 1985. En ese camino produjo máquinas de ensueño, que terminaron siendo íconos del imaginario sport, como el 917, el 936 o el 962: con uno de éstos, por ejemplo, Oscar Larrauri fue segundo en la edición de 1986 y se dirigía al podio en 1990 cuando el motor se rompió cuando solo faltaban 15 minutos para cerrar el duro esfuerzo de un día completo.

Tan importante es para Porsche un triunfo en Le Mans que invirtió fortunas para lograr el primero, el original: lo perdió en 1969 por apenas 50 metros –esa fue la diferencia del primero al segundo tras 24 horas de competencia- y lo logró al año siguiente, con un 917 naranja de 4,5 litros: Hans Herrmann, uno de sus pilotos –que había sido compañero de equipo de Juan Manuel Fangio en Mercedes-Benz durante 1955- cumplió con lo que le había prometido a su mujer, retirarse si lograba el triunfo.

Porsche fue sinónimo de Le Mans durante los ’70, los ’80 y los ’90. La mayor parte de las 6 victorias de Jacky Ickx –el segundo máximo vencedor de las 24 Horas- fueron logradas con la marca,  y la edición de 1977, cuando tomó un auto en el puesto 41 y lo llevó a la victoria tras un esfuerzo físico increíble, es probablemente el triunfo más lucido de la marca en la pista francesa.

El último triunfo lo consiguió la dotación integrada por Laurent Aiello, Allan McNish y Stephane Ortelli, en 1998. Porsche no volvió a competir de manera oficial en la máxima categoría de Le Mans sino hasta el año pasado, cuando introdujo sus 919 híbridos equipados con un motor V4 de apenas 2 litros;  uno solo de sus autos llegó a la bandera a cuadros, aunque a más de 30 vueltas del ganador. El dominio de Audi, marca del mismo grupo VAG, se mantuvo vigente: desde 2000, año de la primera victoria de los autos de los cuatro anillos, hasta la edición pasada, solo fueron derrotados en 2003 (por Bentley, otra marca del grupo) y en 2009 (por Peugeot). Con 13 victorias en 15 años, Audi se acerca peligrosamente –en la visión de Porsche- a la marca que todavía posee la firma de Stuttgart

La versión 2015 del 919, muy desarrollada, le permitió a Porsche un arranque auspicioso en el Mundial de Endurance y generó un renovado espíritu de optimismo para la carrera del próximo fin de semana. De hecho, uno de los tres 919 que habrá en competencia marcó el mejor tiempo en el Test Day, el domingo, en condiciones climáticas inestables. El suizo Neel Jani marcó 3m21s945, un tiempo inferior a la pole del año pasado.

Para esta edición, además de incrementar un 50 por ciento la dotación (al pasar de dos a tres autos en línea de partida, que en el Test Day consiguieron tres de los cuatro mejores tiempos), reforzó su plantel con jerarquía de Fórmula 1: no pudo conseguir a Fernando Alonso, que coqueteó con la idea antes de firmar para McLaren y Honda, pero se aseguró el concurso de Niko Hulkenberg, piloto de Force India.

El ex RedBull F1 Mark Webber compartirá un 919 con el alemán Timo Bernhard y el neocelandés Brendon Hartley; Jani lo hará con el francés Romain Dumas y el germano Marc Lieb, mientras que Hulkenberg tendrá como compañeros al inglés Nick Tandy y al australiano Earl Bamber. La opsición será fortísima: los tres Audi R18 e-tron Quattro, dos Toyota TS040 que portan la tremenda ansiedad de la marca japonesa por ganar el clásico, lo que nunca logró pese a cantidades industriales de esfuerzo y dinero; y los nuevos Nissan GT-R LM Nismo, de motor delantero, que no pueden aspirar a la victoria general, pero sí a complicar el tránsito en las primeras horas de la prueba.

Como nunca en lo que va del siglo, Porsche, el máximo ganador de las 24 Horas de Le Mans, está cerca de aumentar su record. El domingo 14 se sabrá definitivamente si lo consiguió.

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