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Porsche intentará batir el récord de Nürburgring después de 35 años
Aquella pole position de Stefan Bellof con el Porsche 956 para los 1000 kilómetros de Nürburgring de 1983 fue una de las vueltas más espectaculares de la historia del automovilismo, que permanece desde hace 35 años como el récord en el circuito más desafiante y peligroso del mundo. Nunca nadie fue más rápido en el Nordschleife. Aunque ahora la marca alemana se prepara para intentar batir el registro con el 919 Hybrid Evo, antes de fin de mes, con Timo Bernhard al volante.
En el marco de la “Gira Mundial” con la que Porsche despide a la máquina que le dio los tres últimos títulos del WEC y las últimas tres ediciones de las 24 Horas de Le Mans, se intentará romper este récord tan significativo para la historia del mundo motor. Tanto el “Evo” como el 956 hicieron una exhibición juntos en la previa de las 24 Horas de Nürburgring. Y el lunes pasado, Porsche arrancó las pruebas con Bernhard en el Infierno Verde durante más de tres horas con el trabajo de set up del auto y la adaptación del piloto.
Bernhard es uno de los pilotos actuales con mayor experiencia en el circuito de poco más de 20 kilómetros de extensión, donde ganó en cinco oportunidades las 24 Horas de Nürburgring. Sin embargo, deberá acostumbrarse a la exigencia de un auto sin restricciones reglamentarias que genera una demandante carga aerodinámica. Gracias a los ajustes, el “Evo” logró romper el récord de la F1 en Spa Francorchamps, a comienzos de abril, bajo la conducción de Neel Jani.
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En el Nordschleife, Bernhard y el 919 Hybrid Evo deberán bajar los 6m11s13/100. Bellof registró ese tiempo a 202 km/h de promedio, el 28 de mayo de 1983, en una jornada fría y seca. El Porsche 956 tenía el motor turbocargado de seis cilindros boxer y 2,65 litros, con 620 HP. Pesaba 850 kilos y producía el efecto suelo. Increíblemente rápido y a la vez complicado para un circuito con los saltos y desniveles del Nordschleife. El joven prometedor que por entonces tenía 24 años (perdió trágicamente la vida en los 1000 km de Spa de 1985), le sacó aquel día 5 segundos a su compañero Jochen Mass, 20 segundos a Bob Wollek y 28 segundos al campeón de la F1 Keke Rosberg.
Nadie podía acreditar lo que acababa de pasar. Una vuelta demoníaca. “Pude haber sido aun más rápido”, reconoció Bellof cuando se bajó del auto. “Cometí dos errores y un Porsche 911 me obstruyó en un sector”, contó por entonces. Nadie fue más rápido que él en el asfalto donde los pilotos miden su destreza y valentía, y donde las marcas ponen a prueba sus productos.
Allí, Porsche intentará ahora escribir una nueva historia en el automovilismo si lo logra, o agigantará el mito de Stefan Bellof si solo queda en el intento.