Fórmula 1
Reutemann y la apuesta que nunca quiso cobrar
Carlos Reutemann recibió un cheque al ganar una apuesta en Las Vegas 1981 sin embargo nunca lo quiso cobrar
Una de las tantas anécdotas, curiosidades e historias de la Fórmula 1 tienen que ver con pilotos argentinos.
Uno de los más exitosos sin dudas fue nuestro Carlos Alberto Reutemann.
Por eso es bueno recordar una de ellas, que ya hemos comentado en esta web, donde se muestra la hidalguía y honorabilidad de Lole.
Todos recordamos aquel sábado de octubre de 1981 en Las Vegas, donde al santafecino se le escapó el título por nada, o directamente se lo robaron, algo que nunca quedó claro y que hoy genera controvercias.
Esta anécdota, curiosa por cierto, develó una situación inesperada y oculta por años.
En Inglaterra, luego de una gran carrera, Lole llegaba detrás de John Watson y lograba la mayor diferencia de puntos con Nélson Piquet, su gran rival.
Pero el argentino estaba apesadumbrado porque Williams, una carrera ántes, había decidido cambiar las rendidoras cubiertas Michelin por las Goodyear, curiosamente las que usaba Piquet en su Brabhan, algo absolutamente inentendible, a no ser que Sir Frank tuviera algún negocio con Bernie Ecclestone, del cual nunca nos enteramos.
Alan Henry periodista británico junto a Bernie Ecclestone
Ese día y luego de un manejo extraordinario de Lole, a pesar de las Goodyear que no le caían en gracia al Williams, el periodista británico Alan Henry le apostó al argentino que ganaría el campeonato luego de ese excelente resultado.
"Carlos vas a ser Campeón", dijo el periodista.
"De ninguna manera", respondió Carlos.
Henry insistió y le dijo: "Insisto te apuesto 50 libras a que lo ganás".
Reutemann con su seriedad habitual le dijo: "Trato hecho".
Tres meses después, en el Caesar's Palace de Las Vegas, Alan Henry firmó su cheque y se lo entregó a un apesadumbrado Carlos Reutemann que había hecho todo para ganar y Williams lo dejó sin nada.
Lole nunca cobró ese cheque y según cuentan lo tuvo guardado entre sus recuerdos por muchos años.
Ambos protagonistas de la historia ya no están físicamente pero el recuerdo seguirá por siempre.