Turismo Carretera
Todos con una misma conclusión
La carrera de Posadas no pasó inadvertida. Fueron muchos los pilotos que expresaron su opinión al bajarse del auto y todos tuvieron la misma conclusión: no se podía correr. En la décima vuelta los comisarios deportivos decidieron detener la competencia por el diluvio y la condición de la pista. Algunos despistes y los accidentes de Juan Marcos Angelini y Alan Ruggiero ayudaron a que se ponga la bandera roja.
"Ya vimos en la vuelta previa que no veíamos el auto de adelante andando a 60 kilómetros por hora, por eso ya entendíamos que no se podía correr”, expresó Lionel Ugalde y agregó: “En esas pocas vueltas que dimos podría haber pasado cualquier cosa. Corrimos sin ver nada". Su compatriota de Mar del Plata, Christian Ledesma, aseguró: "Por algunos momentos se veía poco, pero me parece que se tomó la decisión adecuada de poder pararla".
Por otra parte, Facundo Ardusso, que finalizó en la segunda colocación, mencionó que "cuando no se ve es un momento de desesperación". El de Las Parejas ganó su serie con pista mojada, aunque nada comparado con la condición de la final.
Julián Santero pidió mayor unión de los pilotos y dijo que "hay que empezar a poner la seguridad en primer plano”. Uno de los que apoya esta moción es José Manuel Urcera, que comentó: "La decisión de correr o de pararla debería ser de los pilotos ya que somos los que vamos arriba y sabemos si se ve o no".
Además, Matías Rossi dijo: "No estaban dadas las medidas de seguridad. No dimos espectáculo porque fueron diez vueltas de carrera de las cuáles cinco fueron con Pace Car". Por último, Leonel Pernía, fue crítico a la decisión de largar: "Acá pesa más el compromiso que otra cosa y la sacamos barata, pero la podemos pagar muy cara el día de mañana".