Dos décadas ininterrumpidas en un automovilismo tan competitivo y difícil como el nuestro es más que importante.
Por fortuna he tenido la suerte de formar parte en 13 temporadas del equipo de trasmisión, ya sea por radio o TV, de la categoría que hasta no hace mucho tiempo se denominó “Espectáculo” y poder seguir de cerca las distintas transformaciones que sufrió con el correr del tiempo y que la fueron posicionando entre las más importantes del país.
La historia dice que un 23 de febrero de 1997, en el trazado callejero de Pinamar, se corrió la primera fecha de la categoría.
Pero en realidad la historia comenzó a escribirse antes.
Fue en Pinamar pero en cercanías del mar, más precisamente, en el balneario Bacota.
En una distendida charla de automovilismo, Eduardo González Rouco le tiró la idea a Oscar Aventín, por entonces dirigente de la ACTC, de hacer una categoría con autos importados, de alta gama y mucha potencia.
Así surgió esta categoría, que en principio se pensaban en llamarla Top Car, pero que finalmente fue Top Race.
Se formaba una sociedad, se compraron casi todos autos importados, se le encargó el desarmado y armado a los hermanos Leppiane y se eligieron circuitos en su mayoría donde no corría el TC.
Pinamar, Santa Rosa, Marcos Juárez, Dolores, Mar del Plata, Parque Rodó en Montevideo Uruguay, Tres Arroyos, y así sucesivamente con el correr de los años.
La idea fue tomando forma y la carrera inaugural, en realidad dos finales, movilizaron a gran cantidad de espectadores en un circuito urbano creado entre la ruta 11, el acceso a la ciudad de Pinamar y la rotonda que las une.
Llamado “El Pinar” por la gran cantidad de pinos que lo rodeaba, mezclado con médanos que hacían de tribunas, y la particular arena, que ayudada por el viento, ensuciaba las chicanas nacía también un nuevo escenario.
La jornada fue un éxito y poder ver en una misma competencia a Juan María Traverso, Luis Di Palma, Tito Bessone, Emilio Satriano, Tito Urretavizcaya, Miguel Angel Etchegaray, Lalo Ramos, Gabriel Raies, Guillermo Ortelli, Omar Martínez, Rene Zanatta y tantos más, tan cerca de la pista, era una muy buena propuesta.
Además de hacerse dos carreras, la novedad era que en la segunda, se largaba exactamente a la inversa de cómo habían llegado en la primera.
El Flaco Traverso dictó cátedra en la primera ganado a lo “Traverso” con un Mercedes Bénz blanco y verde ( para las carreras siguientes reemplazó el verde por el rojo) recibiendo la ovación del entusiasta público veraniego.
Tito Bessone, inteligente en la primera sabiendo que no tenía chances de pelear la punta con la Nissan 300 levantó y llegó último, recibiendo así el privilegio de largar adelante la segunda carrera.
El piloto de Mataderos enhebró una resonante victoria, por lo que lo convertiría junto a su archirrival Traverso, como los dos primeros vencedores de la historia no solo del Top Race, sino también de un pintoresco trazado que lamentablemente con el tiempo desapareció.
Con el paso de los años se fue transformando, tomó las riendas el entusiasta Alejandro Urtubey y a partir de 2005 se reinventó para que en la actualidad, este auténtico prototipo argentino, sea uno de los autos más rápidos del país y una muy buena opción de practicar automovilismo.
Felices 20 años Top Race que sea por muchos años más.