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El novedoso robot autónomo que revolucionará la publicidad
Para entender lo que significa este increíble avance en los vehículos robotizados hay que imaginar un escenario adecuado: es fin de semana y decides salir a la calle a pasear, llegas a un parque y, después de dar muchas vueltas, paras a descansar. El cansancio no solo te ha agotado, sino que te ha provocado hambre y sed, y el lugar más cercano está demasiado lejos y no das más. De repente, ves una especie de pantalla con ruedas anunciando tu bebida favorita y, lo que es mejor, puedes comprarla a través de tu smartphone.
Se trata del último vehículo desarrollado por la compañía de robótica PerceptIn. La firma china con sede en Silicon Valley ha desarrollado el modelo Dragonfly, un vehículo autónomo que no solo funciona como una plataforma de publicidad móvil, sino que además vende los productos que anuncia. Está diseñado para operar en lo que la compañía denomina "escenarios de baja velocidad", como parques, centros comerciales, campus educativos o centros de convenciones. A través de su smartphone, un cliente puede solicitar los servicios Dragonfly, que cuenta además con un software que recopila datos de los consumidores.
Según PerceptIn, en la prueba piloto realizada en unos grandes almacenes en China el vehículo pudo atraer la atención de unas 1.000 personas en apenas 15 minutos. La compañía afirma que el 58% de los espectadores pasó más de cinco segundos observando la publicidad que muestra la máquina. "Diseñamos el vehículo como una forma de llevar la inteligencia artificial al área de publicidad y venta minorista", explicó Shaoshan Liu, presidente de la firma en un comunicado de prensa
El Dragonfly llegará a EE UU a principios de 2019 en un mercado que está apostando cada vez más por la publicidad digital en espacios abiertos. Según la consultora Magna Global, en el país se generarán este año 7.400 millones de dólares –alrededor de 6.500 millones de euros– solo en ingresos por publicidad fuera del hogar, un 3% más que en 2017. Cada vehículo tendrá un precio de 40.000 dólares –unos 35.000 euros– y podrá adquirirlo cualquier compañía que pretenda publicitarse en el exterior.