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Vuelven los cupos para la importación de autos
Sobre llovido, mojado. Con un mercado herido y en medio de las turbulencias por la economía y el parate desde marzo en el país con el coronavirus, el Gobierno pondrá cupos para importar automóviles. Según describe Ambito.com en su edición de hoy el plan oficial es comenzar a autorizar importaciones en base a un sistema administrado que tenga en cuenta distintas variables.
En la práctica funcionará como cupos para el ingreso de vehículos y de esa manera dar previsibilidad a cada empresa, aunque no se utilizará esa denominación porque no sería aceptada por la Organización Mundial del Comercio. En el caso de las terminales, se determinará por niveles de inversión, participación de mercado, integración de piezas y balanza comercial. Las empresas que requieran un volumen mayor de autos, deberán presentar un plan para mejorar algunas de esas variables.
En el caso de las marcas importadas no radicadas en el país, tendrán una cantidad determinada de unidades para ingresar que dependerá de niveles históricos de participación. En total, este segmento del mercado representa alrededor de 3%. “Habrá una cantidad de autos permitidos para importar por mes y que saldrá del análisis de distintos factores”, explicó una fuente que participó de esas reuniones según publica hoy ese diario en una nota de Horacio Alonso.
Por este motivo, el Gobierno le pidió a cada empresa los planes de importación que tienen hasta fin de año y, en el caso de las terminales, la producción que prevén para asegurar la importación de autopartes. También deberán presentar un estimado del volumen de exportaciones que proyectan para los próximos meses. Lo que quiere saber es cuántos dólares demandara el sector hasta fin de año para saber cuántos autos se podrán importar.
La falta de dólares es un problema que complica a este sector ya que más del 70% de los 0 km que se venden en el mercado son importados. Tal como publicó Ámbito, la restricción de divisas viene complicando a las empresas.
Está claro que, con este panorama, los distribuidores de marcas importadas son los más complicados. Distinta es la situación de los fabricantes aunque sean, en la práctica, los que más importan. Al tener una radicación industrial, cuenta con la ventaja de producir en el país y exportar, algo que justifica más el acceso de dólares. El problema es que, salvo excepciones, las terminales son deficitarias. Además de importar autos, los que producen localmente tienen mayoría de piezas que llegan del exterior, lo que agrava el desequilibrio. Ese es el motivo de las restricciones a las importaciones, como una remake de los últimos años del anterior gobierno kirchnerista. En ese caso, se llegó a obligar a las distribuidores oficiales de marcas importadas a exportar cualquier tipo de bienes para poder tener acceso a dólares para importar autos. Historia tristemente conocida.
En definitiva, este plan es muy similar a uno que ya se implementó en el pasado. Durante el final del segundo gobierno de Cristina Kirchner se instrumentó un programa similar de cupos. Sin embargo, el mecanismo no logró frenar la fuga de divisas y generó una gran distorsión en el mercado automotor: sobreprecios por falta de stock de autos importados y sobreprecios en los autos nacionales, ante la desaparición de la competencia de los modelos importados.