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Slim Borgudd de baterista a piloto de Fórmula 1

La curiosa historia de Slim Borgudd, músico y baterista del conjunto sueco Abba , que llegó a la Fórmula 1
Slim Borgudd de baterista a piloto de Fórmula 1
Slim Borgudd de baterista a piloto de Fórmula 1

Posiblemente el caso de Slim Borgudd y del grupo musical ABBA en el que tocaba la batería, sea uno de los casos más curiosos dela Fórmula 1.

Karl Edward Tommy Borgudd, más conocido como Slim Borgudd o Tommy Borgudd, es un expiloto de automovilismo sueco.

Disputó 15 Grandes Premios de Fórmula 1 entre 1981 y 1982, donde obtuvo 1 punto.​​

También se dedicó a la música, donde realizó trabajos con bandas como Hootenanny Singers o ABBA.​ 

Este sueco, nacido en la ciudad de Borgholm hace 72 años, fue un enamorado de la velocidad, comenzó a participar en carreras de automoviles amateurs compartiendo su tiempo con su faceta musical.

Poco a poco fue escalando en el deporte motor hasta llegar a las principales competiciones nacionales y regionales como el Campeonato Sueco de Turismo y en el Escandinavo de Fórmula Ford.

Ya en 1979 dio el salto a la Fórmula 3 europea donde logró el tercer puesto de la clasificación final del certamen, una buena tarjeta de presentación para llamar a las puertas de la F1.

Sin embargo, por aquellos tiempos, como en la actualidad,  conseguir una butaca costaba mucho dinero y él no lo tenía. Entonces se puso en contacto con los cuatro componentes de ABBA para explicarles su plan. Quería utilizar el nombre del exitoso grupo sueco como prooaganda para seducir en la máxima categoría mundial. 

 

Después de algunas reticencias, Björn Ulvaeus convenció a los otros tres integrantes Benny Andersson, Frida Lyngstad, Agnetha Fältskog para que accedieron a su petición.

Al fin y al cabo, no tenía nada de malo en que el nombre de ABBA figurara en las carreras más famosas del mundo, lo que le reportaría aún más popularidad de la que ya tenían en los comienzos de los 80.

A Björn siempre le gustó el automovilismo y apoyó a Slim en sus aspiraciones deportivas.

Aunque seguía sin respaldo económico, Borgudd obtuvo la bendición de la banda de pop más famosa del momento y eso fue todo lo que le ofreció a Günther Schmid, el dueño del equipo privado alemán ATS-Ford, quien increíblemente, aceptó la propuesta inmediatamente quien supuso que llevar el nombre de las estrellas suecas en su auto le daría mucho rédito.

De esta forma tan particular, Slim se había hecho un hueco en la F1, aunque en esta romántica aventura había mucha pasión deportiva y cero rentabilidad financiera. De hecho, el nuevo piloto corrió gratis y se tuvo que buscar algunos patrocinadores privados para los gastos personales.

En esas condiciones llegó el anhelado debut en el GP de los Estados Unidos de 1981 disputado en Long Beach. Terminó decimotercero, un gran resultado teniendo en cuenta el auto que manejaba, lo que hizo albergar ciertas esperanzar de éxito. Sin embargo, el equipo era un desastre por culpa del carácter insoportable de su propietario que consiguió que una parte del equipo lo abandonara.

Un entusiasmado y fanático Borgudd contrató a un técnico de primera fila procedente de Brabham llamado Alistair Cadwell e inmediatamente se notó una mejoría en el rendimiento del auto amarillo y fue sexto en  Silverstone y sumar su primer y único punto en la especialidad.

 Aquella fue una hazaña si tenemos en cuenta que corrió con un destornillador en los pies que un mecánico se había olvidado.

Ese gran resultado hizo que  los cuatro componentes de ABBA lo apoyaran en la siguiente competencia, el GP de Alemania en Hockenheim, donde como el resto de la temporada, no volvió a estar entre los que llegaban a la bandera a cuadros por una cadena de roturas.

Por eso lo contrató Ken Tyrrell para formar pareja con una de las jóvenes promesas, Michele Alboreto, a quien había derrotado en diversas ocasiones en la temporada anterior.

Pero el sueño se acabó a mitad de 1983 cuando los problemas financieros lo dejaron de a pie.

Así, de un modo tan abrupto, concluyó la trayectoria de Slim y de ABBA en la F1.

El músico siguió compitiendo en otras disciplinas, llegando a correren las "24 hs. de Le Mans" en 1987 y ser campeón europeo de camiones en 1984. 

Slim Borgudd fue el protagonista de una de las historias más curiosas de la Fórmula 1 y una prueba de hasta donde puede llegar la pasión por el automovilismo y las ganas de un piloto para poder cumplir su sueño.

 

 

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