Opinión
Súper TC 2000: ventajas y riesgos para lo que viene en General Roca
Quedan dos fechas del campeonato del Súper TC 2000 y pareciera que Facundo Ardusso y Mariano Werner se encaminan a la definición mano a mano. Si bien hay 19 puntos de diferencia entre los dos, con 72 en disputa entre General Roca y Alta Gracia no se puede aventurar ningún pronóstico certero. Incluso Leonel Pernía que quedó tercero podría esperar una magra cosecha de sus rivales y resucitar sus chances para definir todo en el calor de Córdoba.
Hay algunas diferencias importantes respecto de las anteriores definiciones. Con la del año pasado, por ejemplo, con el reparto de actores principales ya que no están ni Agustín Canapino ni Matías Rossi, aunque ambos tengan chances matemáticas todavía. Las penalizaciones este año son todas en Coeficiente 1, es decir más aliviadas arrancando desde 8 lugares para el puntero del certamen como deberán soportarlo Ardusso, Werner y Leo Pernía en la próxima fecha. Una de las diferencias más notables en esta definición es que para el referente y puntero del campeonato desde hace algunas fechas siempre ha sido difícil encontrar un rival consolidado y en el que pueda pensar mano a mano una estrategia de definición. En algún momento se trató de Rossi (aunque este año no viene tan explosivo con el Corolla), después pareció Canapino con el Cruze campeón, en otro momento amenazó Pernía para ponerle picante a la ensalada de los pilotos de Renault Sport en una nueva instancia de campeonato y en los '200 kilómetros' el que se anotó con firmeza fue Emiliano Spataro. Todos en mayor o menor medida se fueron desinflando. El único que con cierta regularidad, pero sin contundencia se mantuvo casi siempre en el lote de arriba fue Werner. Y es el mismo entrerriano que tras ganar en San Juan con el Peugeot 408 se puso firme ante las pretensiones del Renault Fluence.
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Haber ganado para Werner significó un paso al frente muy importante para él y su equipo (ya había ganado este año con Fabián Yannantuoni y Facundo Chapur). A Werner se lo vió muy veloz en todo el año, con errores incluso, que los está pagando en puntos. Tiene ante sí una grandísima oportuniudad de consolidar su buen momento desde lo conductivo y desde lo mental para discutirle el campeonato al principal favorito.
Ardusso tiene casi todos los boletos. Está más firme que nunca en lo mental y cuenta con el respaldo de un enorme equipo. Con gente muy capaz y estrategas. Y además del hambre propio tendrá a sus escuderos de Renault ante una eventualidad. En realidad, ¿los tendrá?. Uno supone que desde la llegada del paciente Angel Guerra al equipo para acomodar la interna de los pilotos, el disgusto del año pasado no volvería a ocurrir. Es el más ganador, el que más Pole positions logró, el que más puntos sumó y el que está ariba en las apuestas. Ardusso sabe que ésta es su oportunidad de oro para ganar uno de los títulos grandes del automovilismo nacional y devolver a Renault un campeonato de pilotos que no se le da desde la época de Juan María Traverso.
Las dos dudas que quedan por resolver acerca de Ardusso son: una, sobre su rival real. ¿Se consolidará en ese lugar Werner? todo indicaría que sí. La otra es, ¿podrá asumir el rol protagónico fundamental que se necesita para definir un campeonato de tanto peso? Hasta ahora lo viene demostrando.
Las preguntas acerca de Werner son: ¿mantendrá su estrategia en pista como la de San Juan para cotrarrestar al Fluence de su rival? parece difícil repetir el riesgo en una pista como la de General Roca. Y la otra, ¿tendrá el 408 el resto que necesita para superar al auto de su rival y descontarle más puntos?, no se sabe. Pero en Roca no se corre tan rápido como en San Juan y la parte lenta es una tortura para los frenos...
Haberse quedado detrás de Werner en San Juan sin resignación, pero con firmeza fue un clarp mensaje de Ardusso respecto de su fortaleza. No perdió el eje. No se tentó ante la estretagia de Werner. Respiró profundo más de una vez y siguió arremetiendo. Werner le ganó en la pista, pero no le torció el brazo. Y ahí está la gran incertidumbre que se plantea para un circuito opuesto a lo que fue El Zonda como será General Roca. En la pulseada por el campeonato, no sólo prevalecerá el que tenga más fuerza, sino el que tenga más temple. Y más cabeza.
