Opinión
Ya nada es igual
Sin despedidas, y casi como un proceso natural pero acelerado, la categoría inició 2025 con los nuevos modelos. Atrás quedaron autos con pesada y gloriosa historia que dieron lugar a los modernos en muy poco tiempo.
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Ya nada es igual en el TC. La nueva generación de autos en el Turismo Carretera se adelantó en los tiempos previstos y el inicio de este fin de semana de la temporada 2025 tendrá casi en su totalidad los modelos nuevos. Estéticamente irreprochables, mecánicamente muy similares, y con mejor performance que sus antecesores, los autos de nueva generación ya se impusieron luego de una temporada llena de turbulencias reglamentarias. La transición fue más corta de lo que se pensó, y generó muchas discusiones algunas lógicas del proceso y otras de la mano de la actitud de buscar ventajas en los grises reglamentarios.
Para el Turismo Carretera el plan original de la dirigencia era más pausado. En la cabeza tenían llevar a cabo una etapa de transición entre los campeonatos del año pasado y el actual para que los equipos activen el proceso de cambio con la idea de que en 2026 la categoría sea en su totalidad con los modelos nuevos. El avance de la nueva generación llegó mucho antes de los plazos que se planificaron y por eso en Viedma desde este fin de semana ya no se verán aquellos autos cargados de tanta historia.
Los Falcon, las Chevy, las Dodge y los Torino, todos autos históricos, que en algunos casos llevan más de 60 años de participación en la categoría ya no se verán. Solo se podrán disfrutar en el TC Pista y las categorías menores de la escalera teceísta. A decir verdad, poco de los autos originales había quedado en los últimos años con prototipos que en especial en los modelos de Ford y Torino quedaron muy lejos de sus líneas originales que enamoraron a multitudes.
Casi con la totalidad del parque del TC con los nuevos modelos, quedó certificado el éxito del recambio a nivel técnico y deportivo por parte de la categoría que se puso al frente de una jugada con mucho riesgo considerando las variables de la tradición con los modelos del sigo pasado, la competitividad, los costos y fundamentalmente a aceptación del público. Todas las variables respondieron positivamente y el TC luce su nueva imagen en la pista con mayor anticipación de lo que se creyó en el inicio del programa de renovación.
Para quienes nacimos viendo un TC con los históricos Ford Falcon, Chevrolet Chevy, Dodge GTX y Torino ya se cristalizó la despedida. Sin anuncios, sin homenajes, sin antes y sin después. Fue fluyendo fecha tras fecha con el entusiasmo de pilotos y equipos al ver el rendimiento de los nuevos modelos sobre los tradicionales. Ahi estuvo gran parte del mérito dirigencial de dejarle la puerta abierta al desarrollo carrera por carrera para que el cambio se acelere con los resultados. Y la táctica fue un éxito.
Los fanáticos de los modelos de antes ya se están despidiendo de aquel Turismo Carretera que corría en las rutas y luego devenido en prototipos de carrera en autódromos. Es que los autos de nueva generación que impulsó la ACTC desde mediados de 2023 y materializó en 2024 hizo que pilotos y equipos se volcaran masivamente a estos nuevos modelos y de pronto llegó 2025 con los nuevos autos para todos.
Con nostalgia, un poco de tristeza también, pero con la certeza de que es el paso correcto para lo que viene, quienes vivimos el TC desde hace tiempo veremos una categoría renovada y estéticamente superior. El proceso continúa y luego de las primeras etapas y ya con el parque modernizado, queda saldar la deuda más importante: la del buen espectáculo en la pista y el entretenimiento del público con más acción en pista y sobrepasos.