Cuidado… Perro verde!!!

“Me miran raro… soy un sapo de otro pozo”, cuenta Agustín Canapino ya instalado en las entrañas de la IndyCar. “Raro como perro verde”, como dirían en la jerga argentina. No corrió en karting, compitió (muy poco) pero no se formó en categorías de monopostos, es un producto de los simuladores y, sin embargo, se transformó en uno de los mejores pilotos de autos con techo de la historia de este país. Y allí está: por arrancar la temporada 2023 en IndyCar, una de las categorías más difíciles del mundo.

¿Cómo le puede ir a Canapino en esta “aventura”?

El propio Ricardo Juncos, propietario argentino del equipo Juncos Hollinger Racing que apostó por el arrecifeño, lo define como una aventura. Y sin dudas es una apuesta arriesgada. Como todas las que hizo Juncos desde que emigró a los Estados Unidos en plena crisis de comienzo del nuevo milenio.

A partir de mañana, Canapino comenzará a transitar despierto un sorpresivo sueño en las calles de St. Petersburg, en la Florida. El protagonista está con los pies sobre la tierra. Es 100 por ciento realista de sus posibilidades. Y tiene planteados objetivos claros: hacer las cosas bien como debutante para ganarse su continuidad en 2024.

Canapino no está subiendo un escalón en su carrera deportiva. Está escalando a la azotea de un rascacielos. Su primer examen será durísimo. Deberá afrontar una exigencia física extrema: correr durante dos horas en un circuito callejero desconocido y con uno de los autos más rápidos del mundo.

El múltiple campeón argentino llega con una preparación que profundizó en los últimos dos meses. Tiene otro cuerpo. Bajó tres kilos su peso. Ganó en volumen muscular. Sin embargo, aun está lejos de la condición ideal y necesaria para estas ligas. “Scott Dixon (42 años) me pega un paseo tremendo en el gimnasio”, admite comparándose con el gran referente.

Pasará de competir con un ritmo cardíaco de 110 pulsaciones por minutos durante un máximo de 40 minutos en el automovilismo argentino, a exponerse a una exigencia de dos horas a más 165 pulsaciones por minutos durante gran parte de ese período, con desaceleraciones, vibraciones y fuerzas laterales descomunales.

Canapino llega a su debut con mucho por conocer. Tendrá su primer contacto con el neumático de compuesto blando recién en plena clasificación. Será su primera vez con la activación del Push to Pass. Deberá aprender a manejar los mapeos del motor para administrar el modo de ahorro de combustible durante la misma competencia. Las peleas rueda a rueda en pista sin carrocería alrededor serán nuevas sensaciones a las que deberá acostumbrarse entre otras tantas cuestiones.

Su principal desafío será completar los casi 300 kilómetros de carrera. El foco no estará puesto en el resultado como objetivo. El año pasado, en la apertura del campeonato en St. Petersburg, el mejor debutante fue Kyle Kirkwood (18°), que llegaba como campeón de Indy Lights y de todas las categorías del “Road to Indy” en los años previos. El segundo mejor debutante fue Callum Illot, en el 19° puesto, con el auto del Juncos Racing.

Illot, ex piloto de la Academia Ferrari y con formación en monopostos, terminó solo en dos carrera dentro del Top 10 en su temporada como Novato. El mejor de los debutantes del año fue el danés Christian Lundgaard, que venía de correr en F3 y F2 de la FIA. El piloto de Rahal quedó 14° en la tabla general. Misma posición en la que terminó Scott McLaughlin, en 2021, en su primer año completo.

El caso del neozelandés McLaughlin (29 años) es el más comparable con Canapino por sus orígenes en autos con techo. La estrella del Supercars australiano llegó a la IndyCar como tricampeón de esa categoría. Además de su tremendo talento, llegó al equipo Penske (equipo con el que también competía en Australia), uno de los más poderosos de la categoría.

En el 2021, logró un 2° puesto en su tercera carrera y estuvo en el Top 10 en otras cuatro fechas. El año pasado, McLaughlin ganó en el arranque de St. Petersburg la primera, logró otros dos triunfos en Mid-Ohio (fecha 9) y Portland (fecha 16), se subió otras cuatro veces al podio y terminó doce veces en el Top 10 en diecisiete fechas del calendario, para finalizar 4° en el campeonato.

¿Puede Canapino seguir los pasos de McLaughlin?

El proceso de aprendizaje puede ser largo y los resultados pueden tardar en llegar. Al menos eso indica la lógica. El Juncos Hollinger Racing afronta un año de consolidación con una realidad distinta a la de los equipos de vanguardia. El piloto argentino sorprendió en los tests de California. Impresionó al ambiente por su rápida adaptación y su comportamiento en pista.

En una circuito largo como el de “The Thermal Club”, desconocida para todos los pilotos, quedó a 1 segundo del más rápido y a solo 8/10 de su compañero Illot. Quedó noveno en el promedio de las mejores cinco vueltas de cada piloto, que fue el dato más relevante. Obtuvo el récord en el último parcial de la pista (el más veloz) en la primera parte de la jornada y fue mejor en algunas curvas del trazado que Illot en el comienzo de esos tests, ofreciendo datos importantes para el equipo.

En el último ensayo en Sebring, circuito de pruebas más usado por la categoría, Canapino solo giró un día y quedó 18° (último) a 8/10 de la punta.

El múltiple campeón argentino tiene un enorme talento. Sus 33 años le aportan madurez y experiencia para dar los pasos correctos y tener los pies sobre la tierra. Mientras los otros debutantes del 2023 como Sting Ray Robb, Benjamin Pedersen (ambos del Road to Indy) y Marcus Armstrong (ex F3 y F2) vienen de formación pura de monopostos, Canapino asoma como una enorme incógnita en el ámbito de la IndyCar.

Deberá comprar tiempo con solidez y sin errores en la primera etapa. La quinta fecha en el circuito mixto de Indianápolis será su primer examen de nivelación, en una pista favorable por sus características para empezar a mostrar su capacidad. “Lo más lógico es que termine último”, repite hasta el cansancio el propio protagonista previo a su debut.

Si bien hay que bajar la expectativa, también es cierto que el arrecifeño tiene una inagotable capacidad para sorprender. Se siente cómodo yendo de “punto”, consciente de que si el éxito llega, será más estruendoso. Las carreras de IndyCar suelen dar ciertas oportunidades que el argentino puede capitalizar. Con el paso de las fechas buscará ser el “Novato del Año”. Y por qué no soñar con algunos buenos resultados.

“Will Power me vino a felicitar por Agustín, por lo bien que anduvo en las pruebas”, contó Ricardo Juncos. Fue uno de los mejores de Argentina a los Estados Unidos. Arrancará de cero en otro automovilismo. En la IndyCar lo miran de reojo. Ya mostró su linaje. Andará suelto un perro verde… Y deberán tener cuidado!