La Otra Mirada
El despiste de Mickey, el informe de La Otra Mirada
Todo lo que está relacionado con Disney se emparenta con el éxito, pero con el automovilismo sufrió un despiste. Mirá el video del mundo de Mickey
Aquella frase que sentencia que todo lo que toca se convierte en oro, suele aplicarse para el universo Disney. El imperio del entretenimiento impone su sello para los exitosos proyectos culturales, deportivos, sensoriales, vacacionales y decenas de rubros que se concretan bajo su impronta. Sin embargo, un día, Mickey se despistó.
Disney realizó varias producciones emparentadas con el mundo de la velocidad. Herbie (para los más veteranos Cupido Motorizado) o el mismo Cars(con Pixar), entre otros. Y en sus parques temáticos se encuentran el inoxidable “Tomorrowland Speedway” y “Walt Disney World Railroad” o el moderno “Test Track” Pero fuera de la pantalla, el mundo del vértigo en las pistas no fue la mejor experiencia dentro del mundo Disney.
¿Qué pensaríamos si Disney se uniera con una categoría automovilística? Las apuestas a favor del éxito se multiplicarían. Y con esas expectativas, Disney se asoció con la IRL (Indy Racing League) para construir un óvalo en pleno parque temático de Orlando.
Finalmente en 1996 se inauguró el Walt Disney World Speedway, un trióvalo de 1 milla que sirvió para cobijar a la debilitada IRL, que por aquellos años estaba enfrentada con la CART, ambas disciplinas desprendidas y mucho más tarde unidas en la popular IndyCar.
Si bien se diseñó en 1994, dos años después se inauguró a metros del estacionamiento del Parque Magic Kingdom. Para algunos, el lugar era un indicio del destino, ya que se decía que el circuito estaba en el “patio de atrás” de Disney.
El trazado envolvía una gran fuente con el formato de las orejas del afamado ratón. Y al Circuito se lo denominaba . The Mickyard, un juego de palabras entre el personaje icono de Disney, Mickey Mouse, y el apodo del Indianápolis Motor Speedway "Brickyard".
El diseño del trazado fue objetado desde el inicio. Es que los óvalos no son todos iguales, pero el promocionado pro Mickey, en particular, tenía un formato muy singular, que fue criticado por pilotos y equipos, ya que no tenía curvas iguales.
Quizá por esa particularidad, el Speedway estuvo signado por graves accidentes. El chileno Eliseo Salazar se pegó dos veces allí. También se golpeó Davy Jones y en la temporada 2000 se produjo el tremendo impacto que protagonizó Sam Schmidt, que como consecuencia quedó tetrapléjico, a borde de la muerte, y allí la IRL le puso punto final a su acuerdo con Disney.
Sin el apoyo de la categoría de monopostos, y con la pésima imagen de los accidentes en un complejo dentro de los parques, Disney decidió dejar de lado las competencias oficiales. En definitiva, la IRL sólo desarrolló 5 competencias, entre 1996 y 2000, con victorias de Eddie Cheever (2), Buzz Calkins, Tony Stewart y Robbie Buhl, y dos carreras de la Nascar Craftsman Truck Series.
Lo cierto es que DisneyWorld no supo acoplar los públicos de los parques con los fanáticos del automovilismo. Y el trióvalo se convirtió en un gran elefante blanco, difícil de mantener y con muy poca actividad, en contraste con las multitudes que se agolpaban en el resto de las actividades.
Las pistas internas, junto con el circuito oval, se utilizaron luego para clínicas de manejo. De hecho, los visitantes podían experimentar el manejo con Lamborghini, hasta que un accidente mortal terminó con la vida de un pasajero tras un choque ante un guardrail. Allí se bajó el martillo al predio de la velocidad.
Parece que Disney todo lo puede. Lo que encara, lo lleva al éxito. Sin embargo, en el mundo del vértigo y de la velocidad, no sólo no llegó a la meta. En este caso, Mickey no pudo evitar chocar de frente. En definitiva, un día, Mickey se despistó