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Lo más relevante fue empezar una nueva temporada

El TC abrió su campeonato 2019 en Viedma con un claro vencedor. Facundo Ardusso con Torino no dejó dudas. La carrera no tuvo pimienta...
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Lo mejor del fin de semana fue el regreso de la actividad con la fecha del TC. En particular para Facundo Ardusso fue una nueva victoria en una categoría cuyo campeonato lo tiene obsesionado. Para el doble campeón del Súper TC2000 ha sido sacarse un gran peso de encima haber ganado con el Torino en la primera fecha en Viedma y ahora verá desde otra perspectiva el desarrollo del campeonato 2019. 
Ausente Matías Rossi porque cumplió una fecha impuesta por sanción, pareció ser Mariano Werner el abanderado de Ford con su estreno en el equipo DTA en la categoría. Desde Chevrolet el histórico Gullermo Ortelli apareció como el más firme pretendiente a una nueva victoria para la marca, aunque hace 34 carreras que no gana... La última vez que ganó el siete veces campeón fue el 2 de octubre de 2016 en Concepción del Uruguay. Mucho tiempo. Haciendo la vista más amplia de las últimas 62 Finales, Ortelli ganó dos. También es una cifra curiosa.
La victoria de Facundo Ardusso fue inobjetable desde cualquier análisis. Con un gran auto, y viendo el desarrollo de la carrera pareció no tener mayores sobresaltos, aunque el piloto después habló del sacrificio que fue llevar su Torino a la victoria, con sus escoltas metiéndole presión desde el principio al fin de la carrera. 
Las cámaras en el interior del auto, lo mostraron siempre dominando muy seguro la situación de carrera, con una imagen en la que uno no logra poder saber de forma cierta de qué manera puede estar padeciendo situaciones como agotamiento, stress, poco resto físico, reflejos o ritmo. Ardusso no pareció sufrir.
La maniobra que definió la carrera fue por un exceso, casi errorLa pasada de largo de Werner cuando iba adelante fue decisiva. Casi le costó la carrera y pudo salvar al Falcon de quedar afuera. Si no era por esa maniobra era probable que la lucha Ardusso-Werner le hubiera dado a la carrera un poco de pimienta.
En realidad no tuvo ni pimienta ni sal. Fue muy poco se dio en la pelea por la punta. Pocos sobrepasos (como pasa en casi todas las categorías) y falta de emoción en el trámite. las cinco vueltas de más en la Final temrinaron siendo irrelevantes. No es una crítica solamente para el TC, aunque este último tiempo está coleccionando carreras aburridas. Es una realidad también para lo que se ha visto en los últimos años en el automovilismo nacional. El circuito  mucho no ayudó en su dibujo, aunque hay que destacar la impecable presentación y el trabajo que han realizado los organizadores en Viedma. 
En la previa de la fecha, lo más trascendente del fin de semana era concretar el arranque de la actividad nacional con una categoría fuerte como el TC. Se cumplió y eso es positivo. Sin entrar en el detalle de la baja cantidad de participantes, la gente respondió y los equipos y sus autos también. Tener una fila india de 38 autos en una final no es cosa de todos los días y eso debe destacarse.
Hoy al espectáculo lo hacen más la cantidad, que la calidad de los autos (ya de por sí es muy buena). Si no hay autos, hay menores posiblidades de sobrepasos o de alguna alternativa que entretenga a la gente. Y a la gente hay que cuidarla.
Está visto que Ardusso se mantiene en su mejor momento. Es un pilotazo. Arriba de cualquier auto y de cualquier marca. Se lo ve en plenitud y disfrutando cada carrera aunque corriendo así no se tiene que obsesionar con el titulo del TC, porque llegará solo.
Ortelli con Chevrolet y Werner con Ford completaron un podio con tres marcas diferentes. El mejor Dodge fue de un entusiasmado Josito Di Palma en el sexto lugar y el campeón Agustín Canapino largó casi último y subió hasta el 15to lugar final. El TC mostró pilotos fuertes y equipos fuertes, que pelearan cosas importantes. Lástima que la carrera no ayudó.
Para terminar, las palabras de Juan María Traverso en un video que se viralzó este fin de semana en el que habla bien claro acerca de los motivos por los cuales las carreras salen como la de Viedma, por ejemplo:
-"El auto supera al piloto. Hoy es carrera de autos y nada más. No son carreras de autos y pilotos, son de autos. Gana el auto, punto. Que vos me digas que todos los pilotos son buenos no, yo los veo... el piloto que anda, el que es mejor que el otro, pero yo lo veo, el resto no lo ve porque son pequeñas cosas. Pero manda tanto el auto que el piloto pasó al quinto lugar. Está el auto, está el motorista, está el chasista, está el ingeniero. está éste o el otro. Y el piloto tiene que recuperar su lugar. Para recuperar su lugar el auto tiene que ser difícl de manejar, que no tenga una súper goma, una súper carga, que el motor sea fundamental. Porque vos ves un auto de TC, hoy te hablan de la potencia que tienen y vos miras el auto y es un motor de motoneta (sic), exagerándolo. Es un súper auto, entonces manda el que tiene diez caballos mas, y gana... 
Yo exagero cuando hablo pero bueno, un  poco la base del problema está ahí".
Exacto.

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