Opinión
La mala costumbre de cambiar reglamentos se hizo habitual
Podrán decir que es de siempre y forma parte del ADN en la historia del TC. O argumentar que en otras categorías también se hace. Que es necesario para salvaguardar intereses (mejor dicho negocios) y descomprimir. En nuestro país no es la excepción y en el exterior tampoco, pero siempre aparecen retoques, cambios, maquillajes y hasta modificaciones drásticas en los reglamentos en medio de una temporada. Que ocurra cada vez con mayor frecuencia en el TC es una habitualidad, y nos hemos mal acostumbrado a eso. Hacerlo no quiere decir que esté bien. Sea acá o en el TC de China.
Hay categorías del automovilismo que han tomado al cambio reglamentario como algo habitual, normal y que está aceptado por todos. Con el aval del pésimo concepto del "reglamento abierto", paraguas protector para meter mano cuando las presiones se elevan o los errores ya se han consumado. No solamente es una aberración, sino que muchas veces se hacen cambios que salen mal y hay que hacer otros encima para remediar el cambio mal hecho originalmente. Es peor el remedio que la enfermedad (¿será el caso de Ford en el TC actual?).
En el TC lo que ocupa hoy muchas opiniones cruzadas es un nuevo cambio. Volver a tocar el reglamento. Hay pedidos de damnificados, e intentos de soluciones mágicas que no las hay. Recordemos que antes era imposible con motores diferentes, potencias diferentes, equipos diferentes, pilotos diferentes y chasis diferentes tener un reglamento que conforme a todos. Hoy con los motores casi idénticos igual siguen apareciendo marcas que se disparan y otras que desaparecen. No hay caso. Es el mismo cuento de hace 30 o 40 años.
Pero mas allá de eso, el tema pasa por la habitualidad de lo anormal. Algo muy típico de nuestro país en los últimos tiempos, no sólo en el plano deportivo, sino en lo social, económico y político. Desde el invento del Play Off llamado al mejor postor luego Copa de Oro en la mitad de la temporada 2008, modificando el reglamento del campeonato en medio de la disputa cuando Juan Manuel Silva con un Ford iba derecho a consagrarse de manera anticipada como un año antes lo había hecho Christian Ledesma con Chevrolet, se han sucedido continuos cambios en los reglamentos.Y antes también.
Sin ponerse colorados, ni incómodos ni avergonzados, hoy los dirigentes cambian reglamentos técnicos y se tocan para beneficiar a alguna marca, pero enseguida saltan las otras a pedir más cosas. Y en esta zaga de pedir, dar y recibir aparecen como protagonistas los pilotos. Son ellos quienes alzan la voz pidiendo cambios que los beneficien, por encima de los preparadores. Es decir, reclaman lo que creen justo, dentro de un sistema injusto que es cambiar la reglas en el medio del juego. No debería ocurrir.
Está mal y desacredita a quien lo hace, que los reglamentos se hagan mal (involuntariamente creo), pero es peor cambiarlos a mitad de camino, y menos por pedido de los pilotos.
Lo que se reglamentó debe ser respetado, siempre aunque siga vigente la incongruencia del "reglamento abierto" que no debería existir en una categoría seria. Dejarlo abierto significa excluir garantías de continuidad, frenar proyectos, inversiones, hacer dudar a sponsors y emigrar a pilotos de las marcas retrasadas.
Este año Dodge, que venía del ostracismo, empezó con medidas que lo beneficiaron y acercaron a la punta. Como los demás no podían ganarles también pidieron. Le dieron ventajas a Ford que hacía ocho meses no ganaba, pero que hace dos fechas domina las carreras con ciertas ventajas según los propios pilotos de la marca.
"Nunca especulamos, más allá de lo que se dice del reglamento, y eso es bueno para el automovilismo. Personalmente, nunca toqué timbre para que le dieran más al Ford. Pero a comienzo de año estábamos en desventaja y ahora, no hay que ser ciego, estamos un poco pasados" dijo ayer el ganador con Ford Mariano Werner
"Me voy esperanzado en que ya pasaron las tres carreras, el tiempo prudente y la verdad espero que definitivamente sea haga algo porque se pone difícil correr así" dijo Guillermo Ortelli quien lleva 24 carreras sin ganar con Chevrolet
Los de Chevrolet están esperando el momento de que les den algo y mejorar, y los de Torino están en un tobogán. Para cuando los de Torino alcen la voz y reciban algo, el campeonato se habrá terminado y los demás seguirán pidiendo. Todo en una enorme confusión para el público.
Esa confusión tiene un motivo principal, que es haberse acostumbrado a tocar los reglamentos todo el tiempo. Eso no está bien, porque a los reglamentos hay que hacerlos bien y respetarlos en cada temporada. Y si hay alguna marca que le toque estar en desventaja, deberá estudiar cómo revertirlo en la próxima temporada. En vez te tener a sus pilotos haciendo la plancha unos, y otros tocando timbre para que les den mejoras y así salvar su negocio.
