Argentinos en el exterior
La palabra del bicampeón
José María López dejó sus primeras sensaciones después de obtener, junto a Mike Conway y Kamui Kobayashi, su segunda corona en el Mundial de Endurance.
José María López alcanzó su segundo título consecutivo en el Mundial de Resistencia y con este cetro, suma cinco coronas ecuménicas en el automovilismo internacional, logro que solo consiguió Juan Manuel Fangio con sus consagraciones en la Fórmula 1. Vale recordar que “Pechito” fue tricampeón del WTCC en 2014, 2015 y 2016, mientras que en 2020 consiguió su primera estrella en el WEC.
“¡Campeones del Mundo! Tantas cosas pasan por mi cabeza en este momento. Solamente agradecer a todos los que confiaron en mi durante estos años, a mi familia y mi señora, que tan solo ellos saben del sacrificio, dedicación y entrega que hay detrás de esto, a mi equipo Toyota Gazoo Racing Europa, que confiaron siempre en mí, a mis compañeros, que son como hermanos para mí, Mike Conway y Kamui Kobayashi, que sin ellos no hubiera logrado esto y a todos los que constantemente me han dado sus palabras de aliento”, manifestó López en sus redes sociales.
Leer además: Pechito López bicampeón
Y agregó: “La verdad que ni en mis mejores sueños imagine, cuando deje todo en Argentina a fines del 2013 y arranque de cero, que iba a lograr 5 campeonatos del mundo FIA”.
En tanto, el cordobés remarcó el trabajo realizado por la fábrica japonesa. “Honestamente me siento muy humilde porque tengo mucha suerte de ser parte de este grupo y lograr campeonatos y victorias juntos. Es un gran privilegio, así que gracias a todos los que participaron”, aseguró.
Leer además: Terminó la temporada de Rodrigo
También le dedicó unas palabas a Kazuki Nakajima, quien ayer corrió su última competencia en el equipo. “Vamos a extrañar mucho a Kazuki; es un gran tipo y un piloto fantástico. Séb, Kazuki y Brendon han sido muy competitivos esta temporada y nos presionaron mucho. Se merecieron la victoria”, puntualizó.
En el cierre, “Pechito” López dejó un mensaje de optimismo después de su consagración. “Me despido diciéndoles que los sueños y metas se vuelven realidad, si uno realmente lo desea, trabaja duro para conseguirlo, pero sobre todas las cosas nunca se da por vencido”, concluyó.