Opinión
Rossi y Toyota en su máxima expresión
El equipo Toyota de Súper TC 2000 está ante un gran presente. Lo mismo sucede con Matías Rossi. El piloto de Del Viso ganó tres carreras de las seis que disputó la categoría y acortó la diferencia en el torneo. Ahora es el nuevo segundo y está a tan solo 13 puntos del líder Leonel Pernía. Está claro que los logros de Rossi no son casualidades. A la estructura que lidera Darío Ramonda se la ve sólida y compenetrada con la situación. El Team, con sede en la ciudad de Córdoba, está como en sus mejores momentos. Sin dudas que los cambios reglamentarios que realizó el Súper lo supo aprovechar y muy bien. Desde el inicio del calendario se veía que la marca era la única con serias chances de vencer al poderío de Renault y así fue. El silencioso trabajo de Diego Bruna, Gustavo Aznarez y todo el grupo de mecánicos han logrado confiabilidad, regularidad y contundencia. Un combo perfecto para seguir aprovechando en la segunda mitad de la temporada. Más allá de lo que vienen realizando saben muy bien que no hay tiempo para el relajamiento. En el camino que queda por transitar, la lucha será muy dura.
¿Qué decir de Rossi? Si bien siempre se dice que las carreras son de autos, lo cual es verdad, es el piloto quien termina de redondear todo un trabajo. Y eso es lo que está haciendo Matías. Al Misil se lo ve con hambre de gloria. En su mente está lograr el máximo objetivo. Rossi quiere gritar campeón en el Súper TC 2000. Es consciente que tiene grandes posibilidades y eso lo motiva. El Granadero está teniendo un gran 2019. En lo que va del año, ganó en las tres categorías que compite. Eso lo agranda a Rossi, le da más confianza, lo potencia y lo inspira. Todo ese paquete hace que el de Toyota sea de temer.
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El triunfo de Paraná, con la espectacular maniobra sobre Facundo Ardusso en la última vuelta, es el fiel reflejo del momento de Rossi. Haber ganado la Súper Clasificación y la final de Salta, de punta a punta, ratifica que lo que se viene haciendo no es por suerte sino por trabajo. Por si fuese poco, un párrafo aparte merece Julián Santero. El mendocino viene haciendo una tarea brillante. Cuenta con un gran auto, está corriendo muy bien, sabe hacer el trabajo de equipo, generó confianza y se ganó el respeto de toda la estructura .
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Con un trabajo de menos a más Toyota y Rossi llegaron al nivel que estaban buscando. Ahora viene lo más complejo. Mantenerse. Para la finalización del campeonato restan seis fechas y carreras especiales. Está claro que tanto la marca japonesa como la del Rombo estarán definiendo el título. La paridad entre ambas los llevará a una definición mano a mano. Para Toyota, el equipo Renault ya no es el cuco y no asusta tanto como al principio. Ahora son ellos quienes comienzan a generar preocupación en su rival directo y no es para menos. Rossi y Toyota están en su máxima expresión.