Opinión
Seguridad vial: un flagelo que padecemos y no lo vemos
Cuando sucede una situación con tanta repercusión mediática, como el de Mauro Giallombardo, la conmoción invade a propios y extraños. A los que conocen al protagonista y a quienes se enteran y se alarman por la noticia misma. Sin embargo, incidentes como el que protagonizó el piloto en la Ruta 40, se suceden a diario en el país.
Nadie puede determinar causas en el incidente de la Patagonia porque aún no se expidieron las pericias. Tampoco es el objetivo de esta columna. Los motivos pueden ser múltiples. Por lo general, en la mayoría de los casos se suceden por errores humanos, ya sea por actitudes irresponsables, por distracciones o falla en el cálculo.
Obviamente también se producen, en menor medida, por fallas mecánicas (el parque automotor de la Argentina cuenta con un 44,6% con más de una década de antigüedad) y a ello se agrega la infraestructura vial (rutas o arterias en mal estado).
El combo es catastrófico. En la Argentina hay tantos incidentes viales que diversos estudios indican que padecemos cerca de 8000 muertes al año por incidentes viales. Es decir, cerca de 22 por día. Entonces, a poco más de cada hora se sucede una víctima mortal. A ello hay que adicionar los lesionados, que en sus distintos grados pueden sufrir diversas consecuencias, físicas y/o psicológicas.
Hasta el momento las versiones indican que Giallombardo impactó a una velocidad no mayor a los 50 km/h. Para el común de la gente, una velocidad baja, que parece que no genera peligro. Sin embargo, un golpe a 45 km/h origina consecuencias similares al de una caída desde un cuarto piso.
¿Por qué si seguramente nos ocasionaría miedo caminar por una cornisa a una altura de un cuarto piso no nos genera idéntico temor circular sin el cinturón de seguridad colocado? Estudios oficiales determinan que en la Argentina apenas el 50% de los conductores y acompañantes utilizan ese sistema de seguridad.
Asimismo, otro aspecto a tener en cuenta es la distancia de frenado. A mayor velocidad, mayor es la distancia respecto del vehículo que marcha delante. A más de 100 km/h, la distancia para dejar el vehículo detenido completamente es casi de 100 metros, por lo que se necesitaría prácticamente el largo de una cancha de fútbol para el frenado total. En el caso del incidente de Giallombardo, la superficie estaba más complicada aún, ya que la sinuosa Ruta 40 estaba cubierta de hielo y nieve, dificultando la capacidad de frenado.
A la espera de la mejor resolución del estado de salud de Giallombardo, es una referencia para tomar conciencia sobre este flagelo que es la mayor causa de muerte en la población más joven de la Argentina. De todos los actores depende que la problemática de la seguridad vial se minimice.