Opinión
Citroën ya mostró sus cartas
El TC 2000 abrió la temporada en Alta Gracia y como ocurrió el año pasado, Marcelo Ciarrocchi ganó la Final con un auto del mismo equipo que el año anterior le permtó ganar en la apertura del campeonato en el 'Oscar Cabalén'. En 2017 fue con un Fiat Línea alistado por el equipo PSG 16 y en 2018 con un Citroën C4 Lounge del Citroën Total Racing TC 2000 PSG. Es decir, con la misma estructura, pero con un nuevo modelo y como marca oficial. Se puede hablar de la carrera con el triunfo de Ciarrocchi que fue impecable y construído en dos maniobras de las que no abundan en nuestras pistas. La primera y muy arriesgada para superar a su compañero y debutante Hernán Palazzo por afuera en la crítica zona de la curva a fondo antes de la parte lenta del circuito y la otra sorprendiendo por adentro a uno de los favoritos Mariano Pernía con el consistente Fluence de Ambrogio Racing quien había hecho la Pole el sábado.
Pero también hay que hablar del equipo y su potencial. Citroen se preparó fuerte para el desafío del TC 2000 con presencia de marca y un equipo que le garantiza muy buenos resultados. Javier Ciabattari, Carmelo Scarazzini y Walter Bosano son el pilar de un grupo de trabajo que hace años conoce a la categoría y que han sabido sacarle muy buen rédito a autos, modelos y marcas a través de los años.
En 2017 Citroën dió su primer paso en el Súper TC 2000 con los motores V8. En la primera fecha de Buenos Aires con José Manuel Urcera dieron el batacazo y ganaron todo, dejando el terreno marcado para una temporada que fue larga y con algunos altibajos en los resultados. Volvieron a ganar con Esteban Guerrieri y el joven Martín Moggia tuvo buenos resultados aunque sin podios. El modelo C4 se acomodó muy bien a la categoría y el equipo lo hizo ganador.
Así como PSG ganó la primera fecha de 2017 y 2018 con Ciarrocchi en TC 2000, y la primera de 2017 con Citroën en el Súper TC 2000, ¿podrán hacerlo este fin de semana en Buenos Aires con los nuevos C4 Lounge, repitiendo la historia más reciente de sus arranques de temporada?
El anticipo de Alta Gracia puede ser una señal. Los autos nuevos de Ciarrocchi y Hernán Palazzo quien fue la gran revelación del fin de semana, rindieron en un circuito de dificultad media, banco de pruebas de casi todos los equipos en época permitida y además de ser veloces, y sensibles a los cambios, fueron confiables. El año pasado alternaban buenas y difíciles con los C4 recién llegados al Súper y se trataba un desafío nuevo. En 2018 el equipo parece más afianzado con la marca, conocedor de los autos recién estrenados y con un grupo de pilotos con los que se pueden probar variantes de todo tipo. En Alta Gracia demostraron tanto Ciarrocchi como Palazzo que darán pelea por el campeonato y José Manuel Sapag en la medida que se acerque en los resultados será un escudero de nivel.
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En Buenos Aires los autos llegarán nuevos para un año desafiante, pero con muchísima experiencia recogida. José Manuel Urcera será el único piloto de 2017 que se mantendrá en el equipo, al que llegarán Facundo Chapur y el debutante Federico Iribarne, de gran año en el TC 2000 del año pasado en el PSG. Urcera y Chapur tuvieron algunos chispazos en otros años, que ambos aseguran quedaron olvidados. Trabajo para Scarazzini y Bosano. Iribarne es una incógnita, pero en el equipo lo conocen muy bien. Lo que realmente pesará para 2018 será el desarrollo de los autos realizado en Falda del Carmen para tener otra vez en los primeros planos a la marca.
Después de lo visto en Alta Gracia con la demostración en pista y el 1-3 de Ciarrocchi y Palazzo, y recordando la aplastante victoria inicial de 2017 en el Súper TC2000 con Urcera, el Citroën Total Racing este fin de semana llegará como el equipo que todos mirarán de reojo, no solamente por el estreno del nuevo 'restyling' del C4 (trompa, parrilla y ópticas nuevas), sino más que nada por la efectividad del equipo. Un especialista en primeras fechas, como si tuvieran todo resuelto antes que el resto.