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SLR Tour Adriatica Croacia: La alegría de vivir y de disfrutar el placer de manejar

Nuevos desafíos esperaban en esta etapa, donde el cansancio ya se comenzaba a notar y el día de relax se hacía desear cada vez más.
SLR Tour Adriatica Croacia: La alegría de vivir y de disfrutar el placer de manejar
SLR Tour Adriatica Croacia: La alegría de vivir y de disfrutar el placer de manejar

TEXTO: Andrés Canet          FOTOS: Thomas Koenig

Un nuevo día y nuevos placeres. Un corto viaje en barco nos llevó a Korčula, donde los autos ya estaban esperándonos en el puerto de Vela Luka, listos para dirigirnos al otro extremo de la isla. En este trayecto también abundan los olivares y viñedos, siendo una de las islas más verde de Croacia, y también la más poblada de Dalmacia.

Nuevamente abordamos un ferry que nos depositó en la península de Pelješac, y de allí hasta Mali Ston condujimos a través de las antiguas y tradicionales salinas. Los romanos fueron prácticamente los primeros en fundar un asentamiento en esta estrecha franja de tierra, utilizando su favorable posición para producir sal marina en Ston. Tras varias demandas eslavas y de la dinastía serbia Nemanjićs, Ston entró en posesión de la República de Ragusa (hoy conocida como Dubrovnik) y ganó enorme importancia comercial. La producción y el comercio de sal era un monopolio estatal y representaba una gran parte de sus ingresos. En la Edad Media, la sal de Ston era enviada a Slano, aproximadamente 20 km al sur de la costa continental, desde donde era vendida a Bosnia. Para proteger los más de 400 m2 de extensas salinas (las más productivas del Adriático) construyeron una gran muralla defensiva, la cuál es la segunda más extensa del mundo luego de la Gran Muralla China. Ston sigue viviendo hoy de la producción de sal, conocida como el “oro blanco”, y por supuesto también del turismo.

Estacionamos los autos junto al imponente torreón de piedra del puerto que corona esta gran muralla y nos subimos a una pequeña lancha colectivo con una gran mesa en su interior. A tan sólo cinco minutos de la Bahía de Mali Ston, en aguas limpias y claras, se encuentran grandes áreas donde se crían ostras y mejillones.

Personalmente no soy adepto a consumir este tipo de alimentos, pero hay cosas a las que uno no puede negarse. Y si de ostras se trata, Ston es el lugar indicado para probarlas por primera vez. Así que le puse mucho limón y casi sin respirar tomé coraje y superé la prueba. Enseguida el prejuicio quedó desorientado, él me decía que no me iban a gustar, pero fue refutado inmediatamente. Muchas veces cuando uno prueba nuevas cosas, especialmente alimentos, es fundamental hacerlo en el mejor sitio posible. Aquí las ostras son criadas rigurosamente para alcanzar un estándar de perfección en cuanto a sabor y textura, y esto hace que esa nueva experiencia sea genuina. La combinación de frescura de las ostras recién extraídas, la salinidad justa y el toque ácido del limón resultó ser un manjar difícil de rechazar. Luego de este fino aperitivo nos invitaron a almorzar en el restaurante familiar “Bota Šare” con los mariscos recién capturados.

Luego de varios kilómetros inolvidables, el último tramo de conducción nos llevó a lo largo de una pintoresca carretera costera hacia Dubrovnik. Llegamos temprano por la tarde, con el tiempo suficiente para acomodarnos, relajarnos un rato y prepararnos para el cóctel de la noche. Cena mediante salimos a disfrutar dentro del casco antiguo. Allí la noche permanece muy activa, con bares, pubs, boliches de moda y jóvenes por doquier. Pero aún así, todos cuidan de este lugar histórico.

Si Zadar marcó el origen cultural de Croacia, Dubrovnik es la capital de su cultura. Aquí nació la lengua croata, y muchos poetas y filósofos, artistas y científicos han sido atraídos en el transcurso de su historia, cuyos rastros aún pueden ser encontrados. Cualquier visitante de este puerto sur croata rápidamente entenderá por qué George Bernard Shaw se refirió a ella como “el paraíso en la tierra”. La ciudad medieval ha conservado su histórica atmósfera y encanto hasta el día de hoy, cautivándolo a uno de inmediato. Palacios, monumentos culturales, iglesias y museos registran la historia centenaria de la ciudad con una belleza sin igual. El Palacio Sponza, el Palacio del Rector, el Monasterio Domínico, la Columna de Orlando, la Iglesia de San Blas y la Catedral son sólo algunos de los sitios de interés turístico obligatorios para los amantes de la cultura. Sin embargo, la verdadera atracción en Dubrovnik son las murallas de la ciudad del siglo XIII y XVI, con la torre de la fortaleza Bokra, símbolo inconfundible de la ciudad.

Si bien las etapas de conducción habían llegado a su fin, y los autos ya habían sido embarcados a sus hogares, todavía quedaba un día libre para elegir entre variadas alternativas de relax. Algunos disfrutaron un día de excursión en barco, otros prefirieron tomar un poco de sol y darse un baño en las playas desiertas y pintorescas de las islas cercanas de Lopoud, Šipan o Koločep. Nosotros optamos por pasar una mañana tranquila en el hotel, con unas sesiones de masajes, seguidos de un almuerzo ligero antes de hacer una excursión por Dubrovnik durante la tarde.

Un refrescante cóctel en la cómoda terraza del hotel, una puesta de sol con una vista panorámica excepcional sobre los tejados de Dubrovnik y una excelente cena de despedida en la terraza del restaurante endulzaron el dolor de la inminente partida.

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