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Una Chevy de película
Death Proof (A prueba de muerte) es una película americana de suspenso y acción del año 2007.
El film escrito y dirigid por Quentin Tarantino se centra en un psicópata doble de riesgo que asalta a mujeres jóvenes antes de asesinarlas con su automóvil espevial a prueba de muerte.
La película es un tributo a los Muscle Cars de los años 1970.
El “muscle car” que eligió Tarantino para su película “Death Proof” es otro asiduo al hablar de épicos automóviles de la gran pantalla.
No es para menos, ya que el Chevy Nova SS de 1970, similar ala Chevy coupé SS que tuvimos en Argentina, con el que el actor Kurt Russell busca a sus guapas y jóvenes víctimas es uno de los indiscutibles protagonistas del film.
Seguramente, este vehículo producido por la división Chevrolet de General Motors no sería tan especial de no ser por todas las modificaciones que se le realizaron para la película.
El Chevy tenía una calavera con los dos rayos sobre pintada el capó, la figura del pato de metal que preside la parte frontal del coche, los refuerzos y la jaula de seguridad en los asientos traseros, hasta los característicos asientos baque.
Todos estos detalles hicieron de la coupé Chevy un vehículo verdaderamente difícil de olvidar y altamente deseado para los muchos coleccionistas que buscan autos de película.
En 'Death Proof' se usaron siete Chevrolet Nova diferentes, y sólo dos de ellos sobrevivieron tras la película. Uno de ellos fue regalado a Buddy J. Hooker, conductor especialista en escenas de riesgo, y la otra unidad se la quedó la propia productora de la película, siendo vendida posteriormente a un coleccionista privado.
Precisamente 'Death Proof' fue una de las pocas películas actuales en las que las escenas de acción con coches de por medio se rodaron a la antigua usanza, cámara en mano y sin efectos digitales en edición posterior.
Este Chevy Nova fue uno de los protagonistas y se subastó en 2014 a través de eBay alcanza a un precio de 39.900 dólares.