Opinión
ORTELLI CAMPEÓN Y LA SENSACIÓN TÉRMICA
No deja de ser extraño lo sucedido el domingo último en San Luis. Pilotos de distintas marcas cediendo sus lugares a sólo metros de la bandera a cuadros. La historia del Turismo Carretera, muy rica por cierto, se nutrió de férreas rivalidades entre pilotos y las respectivas banderas automotrices que representaban. Claro está, Ford y Chevrolet fueron los pilares fundamentales de los contrapuntos deportivos que signaron a fuego pasiones de antaño.
¿Está bien que Ardusso y Ortelli permitieran superarse entre sí? El debate está abierto. Desde la concepción pura del deporte, obviamente la respuesta es “no”. Se busca alterar el resultado de la carrera, ya que por sus propios medios, evidentemente, Ortelli no podía superar a su “compañero de equipo” en el JP Racing.
Claramente el antecedente inevitable es el que protagonizaron Mauro Giallombrado (Ford) y Néstor Girolami (Torino), en 2011 en Paraná, cuando compartían el entonces GPG Competición, cuando el piloto de Falcon, que iba en camino a su primera victoria, le cedió el triunfo al cordobés para que pudiera participar de la etapa definitoria.
En aquel entonces la Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) del Deporte Motor aclaró que Giallombardo violó el artículo 17-002 inc. C del RDA que expresa: "Se considera infracción grave todo procedimiento fraudulento, maniobra desleal o actitud susceptible de perjudicar la corrección de las manifestaciones deportivas, o tendiente a influir en el resultado de una competencia". Y agregaba: "...o que pongan de manifiesto una conducta antideportiva dolosa, intencional o de mala fe, o que damnifique los interese de la ACTC".
El presidente de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) era Oscar Aventin. Muy enojado por aquella situación (al margen de la tensión con el propio Hugo Cuervo, que se sumaba al incidente protagonizado entre su hijo Diego y el malogrado Guido Falaschi) apuntaba: “El único que levantaba en el TC era el Flaco (Juan María) Traverso, nadie más. El TC es de la gente y no de los equipos”.
¿El TC actual es de los equipos? Se supone que Hugo Mazzacane, actual presidente de la categoría, no se aleja del pensamiento de su antecesor. La situación protagonizada entre Ortelli y Ardusso tiene un atenuante: todo volvió a foja cero cuando el de Chevrolet regresó la gentileza en la última vuelta. Así como cuando por un toque en la pista se devuelve posiciones.
Mientras tanto, y pese a la victoria de Matías Rossi, hay una sensación que flota en el ambiente teceísta: Ortelli será campeón. ¿Cuál es el argumento? No existe prueba alguna que sostenga semejante afirmación. Pero varios protagonistas lo admiten en la intimidad. La actitud de Ardusso es, al menos, llamativa. ¿Qué ventaja tiene para el piloto de Las Parejas ceder su posición? ¿Acaso no está peleando por el título? ¿O fue la consecuencia de una serie que, pese a su victoria, no termino feliz por el resultado (3°) del propio Ortelli?
El 28 de agosto, Ardusso destacó en su cuenta de Twitter: "Corro para mis sponsors y para Las Parejas. No soy escudero de nadie en el JP Racing", a raíz de una insinuación sobre el presunto privilegio que tiene Ortelli la denominada estructura.
La “caballerosidad” de Ortelli, impropia de un piloto que se caracteriza por el hambre de quien tiene siempre el título entre ceja y ceja, ¿es el reflejo de la tranquilidad que le otorga una Copa de Oro que se encamina favorable de acuerdo al rendimiento de su Chevrolet? Matías Rossi es el testigo de una situación extraña. No se mostró muy efusivo por su victoria. ¿Habrá advertido algo de todo esto como cuando en 2015 su cara de fastidio contrastaba con la felicidad del Gurí Martínez en aquel podio de Rafaela? Sensaciones que el propio TC se encargará de reafirmar o refutar…
