Opinión
TC2000 Series
Litoral Group: le ganó a la adversidad y festejó en Mendoza
La de ayer en San Martín Mendonza no fue una victoria más para el equipo Litoral Group. Fue uno de los triunfos más esforzados y festejados de sus últimos años en TC2000 de la mano de un impecable Nicolás Moscardini que está atravesando su mejor momento en el automovilismo nacional. Si bien se había perfilado entre los candidatos, el platense brilló con una vuelta récord en la clasificaciòn y se quedó con la Pole Position relegando al apretado grupo de pilotos que pelea por el campeonato. Justo en el momento del festejo mesurado antes de la grilla del Sprint, se descubrió un serio problema en la caja de velocidades que finalmente le impidió correr la competencia del sábado, por el riesgo de romperla y perder un elemento muy sensible y costoso del auto.
En un instante la alegría y felicidad de la Pole se transformaron en preocupación y desazón. Se había derrumbado el trabajo del sábado y todo debía empezar de cero y en el peor de los escenarios terminaría ese mismo sábado si el diagnóstico empeoraba. Hubo un intento en la previa de la carrera, pero el auto terminó detenido en la pista y llegó remolcado a su box. Parecía el final. La caja no respondió y Moscardini no pudo correr. Se largó el Sprint sin el ganador de la Pole, mientras el equipo empezaba a trabajar contrarreloj para solucionar el problema con la bendita caja. Se llegó a reparar para probar en tanques llenos, pero la ilusión duró una sola vuelta. Quedaban algo menos de tres horas para intentarlo de nuevo. Era el último esfuerzo. Todo el equipo con su director Gabriel Bonavía, y el ingeniero Mario Bruna al frente de un grupo de leones hicieron lo imposible para solucionar los problemas con los Fiat tanto de Moscardini como también del recientemente reaparecido Mariano Beraldi que tuvo buenos parciales.
Llegaba la hora de la Final y a poco tiempo de la salida a pista pareció que las reparaciones, los cambios y los trabajos realizados estaban finalizados. Pero faltaba el examen final. Esa sensación de haberlo dado todo por un objetivo y esperar los resultados sabiendo que por la entrega, ya el final sería un regalo. Moscardini hizo lo suyo con una concentración inalterable en el momento más crítico del año para él y su equipo en TC2000.
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Llegó el momento de la carrera y empezaron a despejarse las dudas. Aunque tratándose de elementos mecánicos uno nunca sabe... La caja podría traicionar en cualquier instante. Moscardini terminó la carrera con una victoria aplastante. Merecida y contundente. El joven de La Plata cerró el mejor fin de semana desde que corre en TC2000 con Pole y Final, pero más que nada superando una adversidad que no todos sacan adelante. Gran trabajo en la pista para un piloto veloz, que aptrendió de algunos errores de otros años, y hoy se perfila como una de las grandes realidades en la proyección del automovilismo que viene.
Nada hubiera sido posible sin el respaldo del equipo. El festejo alocado del Litoral Group tras la victoria, fue una celebración de campeonato. Tanto esfuerzo y trabajo tuvieron su premio. El no claudicar ante un objetivo y creer hasta en lo imposible tuvo su final feliz con la victoria del Fiat Línea. Todo el trabajo, el sacrificio, la tensión, la adrenalina, las corridas, las horas sin dormir y la incertidumbre por el resultado tuvieron su explosión final con una magnífica victoria como premio.
LOS RESPONSABLES
Junto con la gran carrera de Nico Moscardini los responsables del equipo, de la mano de Gabriel Bonavía cabeza visible, su director, y Darío Bonavía, junto con Vanina Crespo (quien ésta vez no pudo estar en Mendoza), el ingeniero de pista Mario Bruna, Leandro Beli mecánico del auto de Moscardini, Gonzalo Quevedo, Daniel Gómez "Cabrito", Sebastián Giménez "Homero", Fabián Bocos, y hasta Roberto Giamperetti "Chachín", el chofer del grupo. Todos mancomunados y empujando tras un objetivo. Y el momento de la gloria, a la que nunca se llega por un camino de rosas, llegó. Fué el festejo y desahogo que vivieron los integrantes del Litoral Group en un domingo de campeonato, que nunca olvidarán.